Toronto, Canadá.- Entre la noche de ayer y la madrugada de hoy tuvo lugar en Toronto la décima edición del festival de arte contemporáneo Nuit Blanche, que cubrió la ciudad de luces, rayos láser y efectos especiales elaborados por 300 artistas nacionales e internacionales. Durante 12 horas y bajo un clima moderadamente frío, los edificios del centro de Toronto y la oscuridad ofrecida por el Lago Ontario sirvieron de escenario de 90 proyectos de arte contemporáneo que reflejaron preocupación en torno a temas como el cambio climático, vida moderna, literatura vs tráfico, la muerte del sol, entre otros temas. Teniendo como fondo la oscuridad del cielo canadiense en el Lago Ontario, el artista argentino que radica en México, Miguel Angel Ríos, proyectó un filme titulado “Los fantasmas de la modernidad” que fue filmado en Zaachila, Oaxaca. El filme muestra los contrastes entre la oscuridad y la luz, entre el Norte y el Sur, entre ricos y pobres. Miguel Angel Ríos nació en Catamarca, Argentina, pero huyo de la dictadura en los años 70´s. Ahora radica entre México y Nueva York. Ha expuesto en vario museos, entre ellos el Museo Carrillo Gil (México) y el MOMA (Nueva York). Su obra se proyectó junto con el filme “Conocimiento Inuit y cambio climático” del indígena canadiense Zacharias Kunuk, director de la película galardonada Atanarjuat/The Fast Runner, sobre la vida en el norte de Canadá. El artista, quien radica en el territorio de Nunavut muestra cómo los indígenas ancianos del norte canadiense exhiben el impacto negativo de la modernidad sobre sus tierras. Ambos performances fueron curados por la artista montraelense Louise Dery, quien en entrevista con Notimex dijo que es la primera vez que se muestra el trabajo de Ríos en Canadá. “En el corto de cinco minutos de Ríos vemos un día brillante y acogedor, un cielo azul que contrasta con el ruido de metales cayendo. Es algo que cae del cielo y que intenta mostrar la vulnerabilidad de la población”. La curadora señaló que le interesó proyectar los dos filmes en forma alternada en el mismo sitio (Lago Ontario) porque de alguna manera muestran una misma preocupación. Los indígenas canadienses están alertando sobre el cambio climático, el cielo se está derritiendo. Y Miguel Angel también refleja una preocupación similar. “Quise mostrar no sólo el trabajo de ambos artistas sino en un mismo lugar, como una especie de diálogo”, agregó. Otra de las obras de la Nuit Blanche se montó sobre el asfalto de una cuadra titulada “El fantasma de la utopía (banderas caídas)”, del chileno Arturo Duclos, donde se reproducen banderas y acrónimos de grupos revolucionarios como el EZLN, MIR, FSLN, sobre un fondo rojo y blanco con símbolos como la hoz y el martillo. El arista simboliza la caída de movimientos revolucionarios de izquierda que buscaron cambiar la sociedad para alcanzar una mejor distribución de la riqueza y el poder. Durante la noche los cientos de ciudadanos de Toronto pudieron apreciar diversas formas de ver el mundo, lo que fue y lo que será.
La Voz de Michoacán
