Ciudad de México.- Miles de fragmentos de tazones de arroz, tazas, platos y platones de porcelana traídos por la Nao de China, hechos entre 1572 y 1620, fueron recuperados en las inmediaciones de la catedral del puerto de Acapulco, Guerrero. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) detalló que el rescate arqueológico coincide con la primera excavación formal que realiza en el Fuerte de San Diego el Proyecto de Arqueología Marítima del Puerto de Acapulco (PAMPA) que inició a principios de octubre. El investigador de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH, Roberto Junco, detalló que los fragmentos hallados pertenecieron a los cargamentos que llegaron hacia fines del siglo XVI y las primeras décadas del XVII, cuando en Acapulco atracaron los primeros galeones de Manila. El también director del Proyecto Galeón de Manila en Baja California, detalló que las piezas arqueológicas fueron elaboradas en tiempos de Wanli, decimotercer emperador de la dinastía Ming, quien mantuvo el dominio de China durante casi 50 años, de 1572 a 1620. En ese sentido, el director del Museo Histórico de Acapulco “Fuerte de San Diego” Víctor Hugo Jasso, coincidió con el arqueólogo Roberto Junco en que es un momento idóneo para que ese recinto del INAH se convierta en sede del proyecto de investigación. Destacó que el objetivo principal del PAMPA es recuperar el pasado del puerto, tras la importancia que prevaleció en esa época por el intercambio de ideas y mercancías, la migración y modos de vida, provenientes de los cuatro continentes. Otra de sus metas son localizar contextos sumergidos; la conformación de un gran catálogo sobre la porcelana china en tierras americanas. Así como la distribución de una historieta a través de la cual la comunidad acapulqueña conocerá el devenir de su terruño, acompañando en sus aventuras a un niño llamado “Caleto”. “Lo que el Proyecto de Arqueología Marítima del Puerto de Acapulco quiere es reforzar ese carácter del puerto como un lugar que tuvo una importancia y un interés en el comercio mundial sin precedente, además de una riqueza cultural única que es evidente en su población actual”, resaltó. Con esta labor pionera, que cuenta con el apoyo de nueve estudiantes de Arqueología de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) bajo la dirección de la maestra Silvia Puga, el PAMPA traza una línea de tiempo que “revive” la amplia ocupación de la bahía. En su primera excavación formal participó el equipo coordinado por el doctor Roberto Junco y los antropólogos de la SAS Salvador Estrada Apátiga y el doctor Rubén Manzanilla, de la Dirección de Salvamento Arqueológico.