Damasco.- Cientos de civiles, enfermos y heridos, abandonan la norteña ciudad siria de Alepo en medio del cese al fuego anunciado por el gobierno del presidente Bashar al-Assad. El ejército sirio decretó una "pausa humanitaria" de 11 horas en Alepo, para permitir también que los rebeldes opositores abandonen la ciudad. La "pausa humanitaria" entró en vigor a las 08:00 horas locales (05:00 GMT) y se extenderá durante 11 horas, aunque las autoridades sirias no proclamaron oficialmente su inicio como en treguas anteriores. La Comandancia General de las Fuerzas Armadas sirias anunció la víspera en un comunicado su decisión de suspender los bombardeos contra los barrios del este de Alepo, asediados por el ejército y controlados por la oposición. El ejército sirio reclamó a los rebeldes "que abandonen las armas y se beneficien del decreto de amnistía". Por su parte, los rebeldes consideran esta "pausa" como parte de la guerra psicológica para conseguir su rendición. La víspera, las autoridades sirias permitieron la salida de los primeros milicianos opositores, enfermos y heridos del este de Alepo, después de que el ejército se alejara a "una distancia" para permitir la evacuación. Según la agencia estatal siria de noticias SANA, varios combatientes y un grupo de heridos, enfermos y ancianos abandonaron la mitad oriental de Alepo, a través de los corredores habilitados por soldados sirios, en colaboración con los rusos. Sin embargo, las autoridades sirias denunciaron un ataque de organizaciones terroristas en uno de los corredores humanitarios habilitados por el ejército del mandatario Al-Assad. En el ataque contra el corredor situado en Bustan al Qasr se han usado cohetes, armas automáticas y francotiradores, según la agencia SANA. De acuerdo con cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 740 civiles han muerto, entre ellos 145 menores, y unos mil 900 han resultado heridos en Alepo desde el pasado 19 de septiembre, cuando acabó el alto el fuego de una semana, acordado por Rusia y Estados Unidos, en el país árabe. Unas 275 mil personas estarían atrapadas en el este de Alepo, rodeadas por las fuerzas gubernamentales y con serios problemas de abastecimiento tanto de alimentos como de medicamentos.