Ciudad de México.- Ser mujer conlleva llevar una vida muy complicada, así como una montaña rusa. Gracias a las hormonas, te toca lidiar con el ciclo menstrual, el riesgo de embarazarte antes de lo planeado y, por supuesto, desarrollar senos. Aunque estén literalmente pegados a ti, es difícil saber exactamente qué está pasando con ellos todo el tiempo. Hay mañanas en que amanecerás y los sentirás más grandes, en otras ocasiones te dolerán y luego notarás que uno es más grande que el otro. Es como si tuvieran vida propia en tu pecho y ni siquiera les estás cobrando renta. Pero bueno, ¿qué les depara en el futuro? A medida que vas creciendo, tus senos empiezan a cambiar. No hay una guía exacta, pero al menos deberías conocer exactamente qué está pasando. Durante la pubertad El primer cambio que notarás de tus senos es que empiezan a volverse notorios. Para la mayoría esto sucede entre los 8 y 13 años, pero no existe una regla de oro estándar que te diga cuándo empezarás a desarrollarlos, pues puede variar de mujer a mujer. Primero verás que la areola está creciendo. Quizá tus pechos sigan del mismo tamaño, pero estás en el momento preciso para empezar a usar corpiños, primero para que no se noten los pezones, y en segundo porque tendrás un poquito de soporte cuando tus senos empiecen a crecer. Después de la pubertad Tus senos empezarán a crecer durante la pubertad, pero una vez que llegues a los 18 a 20 años, éstos habrán terminado su desarrollo. Esto NO quiere decir que el tamaño de tus senos a tus 18 años será el definitivo para toda tu vida. Tanto cambios hormonales, como el aumento y pérdida de peso, pueden afectar el tamaño de tu busto. Existen 2 cosas que le dan forma y tamaño a tus senos y esas son: grasa y tejido conectivo fibroso. Después de que tu busto haya terminado de desarrollarse, éste estará compuesto principalmente por tejido conectivo fibroso. ¡Ojo! Tus genes también tienen mucho que ver. Si tu mamá y tu abuela tenían senos muy densos y fibrosos, es posible que tú los tengas también. También hay que recordar que un seno SIEMPRE será más grande que el otro. Como sabrás, no somos seres simétricos, y tenemos una pierna, brazo y seno de un tamaño diferente al otro, aunque no seas capaz de notarlo.