Michel Aoun, presidente de Líbano tras meses de vacío de poder

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Beirut.- Tras dos años y medio de vacío de poder, el Parlamento de Líbano finalmente eligió hoy como presidente del país al exgeneral Michel Aoun, quien prestó juramento prometiendo reformas políticas y económicas, además de llamar a una “asociación nacional”.

Aoun, un excomandante del ejército de 81 años y fuerte aliado del grupo chiita libanés Hezbolá (Partido de Dios), se convirtió en el presidente número 13 que tiene Líbano desde que se independizó de Francia en 1943.

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En su discurso de investidura, el exmilitar instó a la elaboración de una ley electoral “justa” y a la liberación de los territorios todavía ocupados por Israel, tras reiterar que Tel Aviv continúa representando la “mayor amenaza contra Líbano”, según la publicación The Daily Star.

Aoun logró la mayoría simple de votos, al obtener el apoyo de 83 de los 127 diputados que acudieron a la caótica sesión, ya que 36 legisladores se abstuvieron y ocho dejaron en blanco sus papeletas, según el recuento retransmitido en directo por la televisión libanesa.

El presidente del Parlamento, Nabih Berri, felicitó a Aoun tras su elección y recordó que ha sido elegido para conducir al país frente a los retos que lo amenazan, en referencia a los conflictos regionales, el terrorismo y la crisis de los refugiados sirios.

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Líbano carecía de jefe de Estado desde mayo de 2014, cuando finalizó el periodo del presidente Michel Suleiman. Desde entonces, 45 sesiones para elegir al nuevo mandatario fracasaron debido al boicot de los bloques de Aoun y Hezbolá.

Finalmente, fue necesario un giro de 180 grados del ex primer ministro Saad Hariri, el líder sunita respaldado por Arabia Saudita, quien dio su apoyo formal a Aoun la semana pasada, a cambio de que el nuevo presidente lo nombrara primer ministro.

El Hezbolá, que encabeza la coalición prosiria del 8 de Marzo, también dio su respaldo a Aoun, después de haber boicoteado la elección de un presidente en los últimos dos años y medio.

Según el reparto del poder en Líbano, el jefe de Estado debe ser un cristiano maronita, mientras que el jefe del gobierno debe ser un musulmán sunita y el del Parlamento, un musulmán chiita.