Recuerdan a sus difuntos en Uruapan 

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

 

Elizabeth Murillón/ Corresponsal La Voz de Michoacán

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Uruapan, Michoacán.- Murmurando rezos,  sollozando recuerdos, lamentando la pérdida y añorando un momento más con sus seres queridos,  se encontraban miles de personas al pie de la tumba de sus difuntos; los panteones  desprendían  una combinación  de olores  a flores, comida, veladoras e incienso,  lo que hacía de este lugar un sitio sagrado para recordar a los que ahora ya no están en este mundo.

Desde el día 31 de octubre los uruapenses se prepararon para ir a visitar al panteón a sus seres queridos que dejaron esté mundo,  con la esperanza de que sus rezos y oraciones sean escuchadas por ellos y al mismo tiempo como muestra de cariño adornaron sus tumbas con lo que más les agradaba  en vida.

A temprana hora del primero de noviembre los panteones comenzaron a llenarse de gente que acudió a llevarle flores, coronas, arreglos florales, juguetes, y algunas de las pertenencias  a los niños que murieron mejor conocidos como "angelitos".  Mientras que el día 2, los camposantos se saturaron de visitantes que acudieron como cada año a llevar comida, flores, veladoras y demás cosas que en vida les agradaban con lo que demostraron que aún siguen presentes sin importar los años de su partida.

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“Amor eterno”, “cruz de olvidó”, “te vas Ángel mío”, “hermoso cariño”, “una página más”, fueron las melodías que  más sonaron en los camposantos, las cuales fueron entonadas en algunos casos con nostalgia y  en otros con un ambiente más eufórico  con mariachi, norteño y banda.

Se trata de una tradición que  no muere y que por lo contrario sigue más viva que nunca, para probarlo basta con que se visite cualquier camposanto durante éstos días, donde se observará a los familiares rindiendo culto a sus difuntos, limpiando, decorando y preparando las tumbas de éstos con la creencia de que ellos se sentirán recordados y queridos.

Sin embargo, una vez que pasen están fechas, las flores y las ofrendas  comenzarán a marchitarse y nuevamente por un año, las tumbas se volverán a empolvar y los difuntitos quedaran en el olvido hasta que nuevamente se lleve a cabo la celebración de noche de muertos.