Ciudad de México.- Optimista, de buen talante y orgulloso por ver crecer a su “hijo mexicano”, que hoy cumple tres años, el cineasta y sociólogo David Di Bona señaló que ese retoño, llamado Festival Internacional de las Luces México (Filux), hoy es el más grande en todo el Continente Americano y ya está al nivel de los mejores pares europeos. Nacido hace 43 años en Buenos Aires y radicado en México desde hace 15, el estratega del Filux dijo en entrevista con Notimex que en el concierto internacional, éste es el único gran festival internacional de las luces de todo el continente. “Hay experiencias pequeñas o temáticas, como el navideño de Colombia, que organiza el gobierno de Cartagena”, dijo. Desde hoy y hasta el domingo se lleva a cabo la Tercera Edición de Filux en el Centro Histórico de la capital, con la participación de 15 artistas internacionales provenientes de Estados Unidos, Finlandia, Australia, Austria, Italia, República Checa, Portugal, Francia, Japón, Alemania, Corea del Sur y Sudáfrica, así como 24 artistas de esta nación, informó. El público goza de esta experiencia en un recorrido gratuito, caminando, para descubrir más de 30 piezas realizadas con la luz, desde proyecciones monumentales, hasta obras coloridas y divertidas elaboradas por estudiantes; mapping, proyecciones, esculturas de luz, instalaciones, iluminación arquitectónica, caminos de luz, velas, cine y música. Explicó que Filux forma parte de una asociación internacional de festivales de la luz. Hay muchos en Europa, en pequeñas ciudades y pueblos, “pero por sus enormes dimensiones, los números que maneja en cada edición, los asistentes que se congregan ante cada obra y la diversidad y cantidad de piezas que tiene México, Filux sorprende al mundo”, subrayó. Generalmente, acotó Di Bona, este tipo de festivales en Europa los hacen los gobiernos, con muchos euros. “En México lo hacemos con un equipo de gente muy joven, y eso el mundo no lo puede creer; que hagamos tanto, de tal tamaño, con poca gente y jóvenes todos, es algo que sólo en México puede suceder”, dijo con acento de evidente orgullo. Uno de los retos, añadió, es colocar aquí piezas “tamaño Ciudad de México”. En los pueblos de Europa todo es más controlable y manejable porque se ponen piezas más pequeñas. Aquí, debe ser obra del tamaño de la fachada del Palacio de Bellas Artes y otros edificios y espacios público, piezas gigantes, como es la ciudad misma. No obstante, consideró, Filux es un festival íntimo que invita a todo el público a dejar por un momento la virtualidad en que vive cotidianamente para echarse a caminar en la realidad de las calles y relacionarse con sus amigos, familiares y el resto de la gente que va caminando o se detiene frente a cada una de las piezas que ofrece este festival. Entre los participantes citó a Teresa Mar, de Austria con la pieza “Paradiso” en el Palacio de Bellas Artes; de Australia, Amanda Parer con “Intrude” en la Plaza de Santo Domingo; de Alemania-Estados Unidos, Yvette Mattern con “Global Rainbow” en la Plaza de la República, y de Finlandia, Kai van der Puij con “11.5 Hz” en el Palacio de Autonomía. El festival no lo eligió a él como director ni él llegó, “a Filux lo inventé yo y ahora está en un proceso de maduración. Estudié cine y sociología y durante años me he dedicado a viajar por América Latina. Hace 25 años vine a vivir aquí y a partir de ahí tuve la suerte de entrar a un grupo de jóvenes cineastas, en ese trance es que nació Filux”. Actualmente, al viajar por el mundo, Di Bona representa a México porque este festival nació aquí, y tiene que ver con el muralismo, el cine, la iluminación, con su formación en México. “El deseo actual es que seamos interesantes ante el mundo y que conservemos siempre nuestra identidad mexicana y latinoamericana”, destacó el entrevistado. El festival es una plataforma donde conviven artistas de México con sus pares de otras latitudes, siempre conservando su identidad, por eso tiene arte popular mexicano y las obras de cineastas de este país en sus intervenciones en espacios históricos y culturales de la Ciudad de México. “El festival es mi hijo mexicano, y de un enorme equipo de gente”. Tras comentar que la pretensión es que los mexicanos se lo apropien, invitó a asistir al festival con paciencia porque todos estos festivales en el mundo son multitudinarios. Hay que ir a pasársela bien y antes descargar la programación de la página electrónica del festival y ver qué visitar, gratuitamente de las 18:00 a las 23:00 horas, desde hoy hasta el domingo. Por parte de México destaca, de acuerdo con el director del festival, la participación de Eugenio Polgovsky con la pieza “Laberinto de Luz”, la cual estará ubicada en el Kiosko de la Alameda Central, y Betsabeé Romero con “Rituales de luz”, que presenta en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Luego, Di Bona citó otras sedes-recintos de Filux: Fachada del Palacio de Bellas Artes, Alameda Central, Museo de Arte Popular, Monumento a la Revolución, Plaza Seminario, Antiguo Palacio de Arzobispado, Museo Nacional de las Culturas y Centro Cultural del México Contemporáneo. Así como Plaza de Santo Domingo, Museo de la luz, Callejón Héroes del 57 y Centro de Cultura Digital Estela de Luz, y las calle Licenciado Verdad, San Ildefonso, Leandro Valle, Belisario Domínguez, Gante, Filomeno Mata, Motolinia y 16 de septiembre. La programación incluye estrenos mundiales, proyecciones monumentales, talleres, creaciones interactivas, animación en tiempo real, música y eventos especiales, y puede consultarse en la dirección electrónica “flux.info”.