Madrid.- El Museo del Prado, con el patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado y con la colaboración de la Comunidad de Madrid, presentó hoy la colección "Metapintura", una mirada introspectiva sobre el arte. Comisariada por Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española del Museo del Prado, "Metapintura" es una selección de 137 obras -pinturas, dibujos, estampas, libros, medallas, piezas de artes decorativas y esculturas-, fechadas principalmente entre principios del siglo XVI y finales del siglo XIX. La muestra, que podrá verse hasta el 19 de febrero del próximo año, permite al visitante realizar un particular viaje a la idea del arte en la edad moderna y contemporánea a través de la obra de Tiziano, El Greco, Rubens, Velázquez, Zurbarán, Murillo o Goya, entre otros. “Metapintura", compuesta en su mayor parte por obras de las colecciones del Museo del Prado, algunas tan relevantes como Las Hilanderas de Velázquez, supone una reflexión sobre el propio arte, sobre los autores de estas obras, pero también sobre las leyes que rigen la creación artística. Además, en esta exposición el Museo del Prado rinde homenaje a Cervantes en el IV centenario de su fallecimiento ya que reserva un espacio al Quijote, como hito universal de la literatura autorreferencial, poniéndolo en relación con el papel que representan "Las meninas" respecto al arte. El Museo del Prado subrayó que así como la obra de Cervantes es una novela sobre la novela, la de Velázquez es una pintura sobre la pintura, en la que el autor no solo se representa pintando, sino que aborda varias cuestiones importantes sobre las posibilidades del arte de la pintura y el papel del pintor. "Las meninas" permanecerá en la sala 12 del edificio Villanueva, donde se expone habitualmente, pero está presente en la exposición a través de una reproducción actual de un fragmento del grafoscopio de Laurent. Esto, frente a primeras ediciones de las dos partes del Quijote, para recordar al visitante que dos de las obras maestras del Siglo de Oro en España son puntos de referencia para la historia de la metaficción. “Metapintura” se inscribe en la serie de exposiciones, que comenzó en 2010 con “Rubens” y continuó con “Belleza encerrada” (2013) y “Goya en Madrid” (2014), para ofrecer al visitante la oportunidad de reflexionar sobre la propia colección y contemplar las obras articuladas en un contexto inédito abierto a nuevas lecturas. Sugiere un viaje que comienza con los relatos mitológicos y religiosos sobre los orígenes de la actividad artística en los albores de la Edad Moderna. Finaliza en 1819, año de la creación del Museo del Prado, para celebrar así, también, el 197 aniversario de esta institución concebida como templo de las artes, y que supuso, a comienzos del siglo XIX, la entronización de éstas como material útil a la sociedad. La exposición pretende también hacer reflexionar al visitante sobre dos fenómenos complementarios. Por un lado, el hecho de que durante los siglos XVI, XVII y XVIII no existía una concepción de la historia en términos nacionales sino un concepto mucho más amplio de la idea del arte, un lenguaje universal que no conocía fronteras. Prueba de ello son las obras de pintores españoles, italianos y flamencos en las que se rinde tributo explícito a Tiziano y que pueden verse en la exposición. Por otro lado, a través de la presencia de Jovellanos y de los primeros escritos españoles modernos sobre historia del arte en la muestra, el visitante podrá entender cómo a finales del siglo XVIII nace una concepción moderna de la historia del arte ligada a la historia nacional. El recorrido planteado en esta exposición se contextualiza en dos de los pilares más ligados al Prado y que constituyen su columna vertebral: las Colecciones Reales y el arte español, dos términos inseparables ya que el desarrollo del arte español estuvo íntimamente condicionado por la existencia de las colecciones reales. Se trata de un itinerario, muy variado desde el punto de vista material, ya que incluye pinturas, dibujos, estampas, libros, medallas, piezas de artes decorativas y esculturas, de las cuales 22 han sido prestadas por 18 museos y coleccionistas diferentes. Entre estos, la Fundación Casa de Alba, la National Gallery de Londres, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el Banco de España o el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.