Ciudad de México.- La poeta y periodista mexicana Adela Salinas presentó anoche su primera novela “Piel viva. Del amor y otros tatuajes”, la cual, aseguró, a diferencia de sus libros anteriores, que tuvieron un enfoque periodístico y de investigación, implicó para ella un cambio abismal. En la librería El Sótano, en el sur de esta ciudad, la autora de “Dios y los escritores mexicanos”, “Primero Dios” y “Crónica del delirio” comentó que para ella la base fundamental de todo tipo de investigación es el periodismo y la entrevista. “Es algo que me nutre, siempre se me hace que ir a la fuente directa me va a alimentar en cualquier cosa que esté haciendo, investigando y sustentando, por lo que el periodismo nunca lo voy a dejar, es algo que me ha formado y que me ha relacionado con el mundo desde adentro”, expresó. El libro anterior era sobre un artista plástico francés que pintaba demonios y perversiones, otra vez el tema del mal, pero finalmente se trataba de un personaje que vivió y del cual pudo investigar. “La diferencia al escribir una novela es que adquieres una responsabilidad más profunda por lo que se dice, porque a final de cuentas es una creación que viene de adentro y, claro, el compromiso es muy fuerte, porque el autor empieza a estar al desnudo a través de lo que se escribe”, señaló. Apuntó que a lo largo de todo el proceso pasaron cosas bellas, desde su familia y amigos que la apoyaron durante el proyecto literario, pero sobre todo de sus hijos y esposo. Luego, la escritora Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013, intervino para explicar que ella piensa que el tatuaje está ligado a la cárcel, al campo de concentración y al cuartel, por lo que marcarse con hierro caliente era como transformarse en vaca, toro, animal o algo diabólico que tenía que ver con el infierno y la humillación. “Por eso el libro de Adela Salinas me atemorizó, de cómo una niña pequeña sonriente, tan dulce como Adelita, que insistía en preguntarle a los escritores si creían en Dios para su libro ‘Dios y los escritores mexicanos' podía escribir una novela sobre los que revientan su piel”, manifestó. El tatuaje se queda para siempre, tatuar es sacar sangre, tatuar es perforar, tatuar es violar, un tatuaje es un atentado, “así lo veía y lo sigo viendo, a pesar de la novela de Adela Salinas ‘Piel viva. Del amor y otros tatuajes', que ahora lanza Ediciones B. No obstante, apuntó, para Adela el tatuaje puede ser una trascendencia, un contacto nuevo que va más allá del dolor, porque a través de los símbolos dibujados en su piel, convierte en arte el sentimiento, en un momento. El libro “Piel viva. Del amor y otros tatuajes” es una novela sobre la vida de Alma Torres, una adolescente que cuenta su historia a una periodista que la escucha con atención. Es el lenguaje gráfico de su cuerpo, los bordes de la conciencia para transgredir el espacio y tiempo que le fue concedido. A través de este personaje lleno de contrastes, “Alma”, perversa como la llama “Pulso”, su pareja, hace del mundo del tatuaje un camino de conocimiento y evolución; más allá de una moda o un estigma, resulta ser un medio de liberación para conjurar el dolor que agobia y sepulta las ganas de vivir, una necesidad de exorcizar sus propios demonios.