Ciudad de México.- El tamaño en términos de sexualidad siempre ha sido un tema de interés y eso abarca las dimensiones del cuerpo en general. Entre otras partes del cuerpo esta la estatura y una musculatura bien desarrollada, según estudiosos de temas evolutivos y sexualidad. Desde el punto de vista evolutivo, los hombres más fuertes dan sensación de seguridad a las mujeres: un detalle psicológico que viene de hace millones de años, cuando la fuerza suponía una factor clave para la supervivencia familiar o incluso de todo el clan. Eso pasa también en otras especies, que son más exitosas en función del poderío masculino. En algunas de ellas, los machos deben batirse entre sí para evaluar quién es el más fuerte y así poder aparearse con las hembras. Es una competición directa, cuerpo a cuerpo. Por ejemplo, los ciervos y los gorilas se pegan. El perdedor suele quedar malherido e incluso llega morir, y el ganador tiene acceso a las hembras de manera exclusiva. Por eso, en estas especies, el dimorfismo sexual o diferencia de tamaño entre el macho y la hembra –más del doble en el caso de los gorilas– es tan grande. Los más fuertes han ido pasando sus genes –con sus correspondientes características físicas– a su descendencia. Los estudios en paleontología desvelan en los últimos millones de años una acentuación de las características que atraen o sirven para competir con otros machos, como el aumento de los cuernos, los dientes, las melenas o las crestas.