Ciudad de México.- Ensayos, poemas y reseñas conforman el libro “Prosas reunidas. Wislawa Szymborska”, publicado por editorial Malpaso, que se dio a la tarea de reunir la obra literaria de la ganadora del Premio Nobel 1996, quien es recordada a cinco años de su muerte, ocurrida el 1 de febrero de 2012. De acuerdo con la citada casa editora, el volumen integra textos que recuerdan la esencia de la escritora, quien transitó por diversos temas con astucia y talento. Literatura, cine, antropología o historia son algunas de las áreas en las que Szymborska indagó con curiosidad. En el portal “malpasoed.com” agrega que los ensayos de la creadora polaca están llenos de sorpresa y originalidad, que le pueden producir una sonrisa al lector y también llenarlo de conocimiento al mismo tiempo. Wislawa Szymborska nació en una provincia de Polonia, el 2 de julio de 1923. Su padre fue funcionario y por cuestiones labores trasladó a su familia a Cracovia en 1931, ciudad en la que se asentó de manera definitiva y donde la pequeña se formó académicamente. Estudió filología y sociología después de la Segunda Guerra Mundial en la Universidad de Jaguelónica. Finalizó la carrera para dar inicio a su andar en la literatura, específicamente en la poesía, la crítica y el ensayo, según datos retomados en el sitio "biografiasyvidas.com". Sus biógrafos coinciden en que comenzó a escribir con los matices del realismo socialista que vivió en esa época, así como el estremecimiento por los crímenes que la guerra había dejado a su paso, era su manera de identificarse con el sufrimiento del pueblo polaco y el esfuerzo por buscar superar esa etapa. Su primer poema publicado fue “Busco la palabra” (1945), trabajo que pasó inadvertido; el reconocimiento vino con la aparición de “Por eso vivimos” (1952) y “Preguntas plateadas a una misma” (1954), en los cuales reflejó su admiración por el poeta ruso Vladimir Maiakovski, señala por su parte el portal "epdlp.com". En 1956, surgió un sentimiento nacionalista en Polonia, como en otros países del área soviética; siguiendo esta línea, Szymborska escribió “Llamada a Yeti” (1957) y “Sal” (1962), donde planteó la vida humana como parte de todo un proceso universal. Desde 1968 realizó un folletín literario, en cuyos números incluyó críticas convencionales que tiempo más tarde publicaron en forma de libros bajo el título “Lecturas facultativas” (1973-1981). Otras de las obras que elaboró son “Cien alegrías” (1967), “Todo caso” (1972), “Gran número” (1976), “Gente en el puente” (1986), “Fin y principio” (1993), por mencionar algunos. De acuerdo con el sitio "elcultural.com", la escritora recibió el Premio Nobel de Literatura en 1996, reconocimiento que generó una revuelta, ya que fue señalada por haber simpatizado con el régimen comunista implantado en Polonia al final de la Segunda Guerra Mundial. La poeta tomó los comentarios con humor y continuó con su labor creativa. A lo largo de su vida obtuvo galardones previos al Nobel, como el Premio de Ministro del Arte y Cultura (1963); el Goethe en Frankfurt (1991) y el Johannes Herder de la Universidad de Viena, (1995), por mencionar algunos. Trece años después de que la autora polaca obtuvo el Premio Nobel, escribió su último libro en vida “Aquí” (2009), en el que permaneció fiel a su estilo en cuanto al desarrollo de temas filosóficos, como la fugacidad de la vida, la identidad del yo, o las trampas de la era técnica. “Alguien a quien observo” es uno de los 13 poemas póstumos que Szymborska dejó en manos de un grupo de amigos, antes de su muerte el 1 de febrero de 2012, cuando con 88 años la poetista polaca falleció en su casa mientras dormía y tras batallar con un cáncer de pulmón.