Ciudad de México.- Funcionarios del sector cultural, creadores e intelectuales lamentaron la muerte de la crítica e historiadora del arte Teresa del Conde, ocurrida el jueves de un infarto cerebral a los 79 años de edad. Entrevistado en la funeraria donde externó sus condolencias a la familia de la especialista, Gerardo Estrada, exdirector general del Instituto Nacional de Bellas Artes, comentó que esta semana ha sido trágica por la muerte del director José Solé y ahora de Del Conde. “Para mí han sido muy significativas, porque ambos fueron piezas fundamentales en mi gestión en el Instituto Nacional de Bellas Artes; creo que aprendí mucho de Tere, fue como mi maestra, aunque nunca haya tomado cursos con ella, con su temperamento y carácter me entendí muy bien, luego me regañaba, me hacía muchas bromas”, recordó. Destacó que Teresa del Conde (1938-2017), experta del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, fue una persona inteligente, brillante, excepcionalmente rigurosa, por lo que su deceso es una gran pérdida, “perdemos un referente y como amiga era una amiga excelente”. La escritora y también investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Margo Glantz, dijo que Teresa del Conde fue una persona fundamental para la historia y la crítica del arte en el país a la par de Jorge Alberto Manrique, de quien fue muy amiga. “El legado de Teresa del Conde es un trabajo constante e importante sobre el arte en México, descubrir nuevos talentos, fue fundamental”, concluyó la integrante de la Academia Mexicana de la Lengua y ganadora de varios premios. Xavier Guzmán Urbiola, subdirector general del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes, señaló que Teresa del Conde fue una maestra que no se limitaba solo a dar sus clases en la universidad, sino extendía su catedra más allá de las aulas. Refirió que fue su maestra y de muchos, como Luis Rius y Agustín Arteaga, entre otros, y dijo que además de instaurar la crítica de arte fue directora del Museo de Arte Moderno de 1990 a 2001. “Teresa del Conde quería fomentar que jóvenes escribieran y observaran el arte de otras maneras, con miradas frescas. La quise muchísimo y es una gran pérdida”, finalizó Guzmán Urbiola.