Por Lucía Tadeo Sánchez Chilchota, Michoacán.- La escritora purépecha Rubí Tsanda Huerta afirmó que desde hace 10 años, de una manera acelerada, se está perdiendo esta lengua, por ello intenta preservarla a través de sus poemas con los que busca acercarse a los niños, jóvenes, gente de su comunidad y región, con el fin de transmitirles la importancia de su riqueza cultural. En entrevista con Notimex, la maestra en Lingüística Indoamericana por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de la Ciudad de México, dijo que cuando esto sucede con ello se pierde todo un conjunto de saberes, conocimientos y prácticas como fiestas y rituales que nuca más se recuperan. “He notado este fenómeno en mi comunidad, lo que ahora yo veo en Santo Tomás, en el municipio de Chilchota, es que los niños que van en preescolar y primaria ya no hablan porque la educación que reciben es en español. Esto es grave, ahora no se nota tanto pero es una generación que va a crecer y ellos no podrán transmitir el purépecha a sus hijos”, manifestó. “Los niños de entre 10 y 12 años todavía lo hablan, pero ya los que vienen de una generación más atrás o menores de 6 años ya hablan sólo español, yo veo que, con esto, de aquí a unos 20 años, la lengua va a ir en decadencia”, resaltó. Por ello, entre otras acciones, precisó que está por publicarse un poemario en dicha lengua. “El título hace referencia a florecer, retoñar, algo que otra vez brota y es una reflexión sobre todo para la gente hablante”. “Éste trata de abarcar un poco esta parte y cuestión de la pérdida y de cómo podemos, a través de la literatura, invitar a los jóvenes y a la gente que esté interesada en recuperar esto y revitalizarlo, porque pareciera que no pero silenciosamente se está perdiendo, no creo que sólo el purépecha, sino que todas las lenguas de México”, indicó. Tsanda Huerta recordó que en 2013 se publicó su libro llamado “Delirios”, el cual es un poemario sobre varias temáticas; habla de la mujer indígena, su sentir, su pensar al ser mujer, no con esa etiqueta de indígena pero si con ciertos tintes que cómo piensa y cómo vive el amor. Además, añade, como ella vive toda la cuestión de la forma de vida actual, pero desde la perspectiva de alguien que no ha salido de su comunidad, “es tanto un reflejo de mí pero vienen varios poemas que hablan de la pérdida de la lengua, de esas cuestiones que yo veo que suceden en mi comunidad”. Explicó que la temática principal en sus textos es la mujer porque ellas “son las que han resguardado muchas veces las cosas que tenemos hasta ahora, si no fuera por las madres o por la mujer, yo pienso que se perdería la lengua muy fácilmente, así como la cuestión de muchos de los saberes y conocimientos como la medicina y la gastronomía que nos han transmitido”. Tsanda Huerta indicó que actualmente trabaja en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) como profesora de la lengua purépecha en el Departamento de Idiomas, también tiene un programa que se transmite en Radio Nicolaitia, en el que se tratan temas referentes a la cultura, cosmovisión, lengua, música y todo lo que engloba la cultura purépecha. Abundo: “Tenemos un auditorio bastante bueno, sobre todo porque en la ciudad de Morelia no hay ninguna estación o la gente migrante que se encuentra ahí no tiene un espacio donde pueda escuchar música o propiamente estar en contacto con la lengua a partir de los hablantes”. Comentó que a veces realizan entrevistas con hablantes de la lengua como artesanos, músicos, artistas, “a quienes invitamos al programa, el espacio es para ellos y para que se deje escuchar la lengua purépecha y con este proyecto en la radio nueve meses nos ha ido bien”. Afirmó que ve a la radio como un arma para poder llegar a la gente y promover que se siga hablando la lengua. “Yo sé que es un trabajo arduo pero me doy cuenta de que no soy la única, habemos varios que estamos haciendo esta labor desde nuestras trincheras”. Respecto a cuánto tiempo lleva promoviendo su lengua, dijo que la mitad de su vida, y empezó al salir de la secundaria, hace 15 años, un internado indígena en Paracho en el que llevó materias de lengua y cultura purépecha que le hicieron valorar su cultura y lo que son, y desde ese momento ya no se detuvo. “Cuando estás dentro de tu comunidad no te da cuenta de muchas cosas, vives tanto en la cotidianeidad que sientes y ves que todo mundo habla la lengua y que todo sigue intacto, cuando me empecé a dar cuenta de todas estas cuestiones, fue cuando salí de Santo Tomás, a los 17 años y me fui a estudiar a la ciudad de Guadalajara”, anotó. Debido a eso, decidió ingresar a la Universidad de Guadalajara (UdeG), “escogí la carrera de Historia con la que empecé a ver muchas cosas interesantes de mi pasado, cuando uno no conoce su propia cultura pues no la puedes valorar”. “Entre más conocía me di cuenta y supe quiénes éramos, la riqueza y diversidad lingüística y cultural que había en el país, era única, y que yo era parte de esa diversidad y de esa riqueza cultural me hizo sentir que yo tenía el compromiso de hacer algo por mi gente, mi lengua y por mi comunidad”, remarcó. La escritora expresó que empezó a generar en la universidad y fuera de ésta la inquietud de buscar gente que hablara no sólo el purépecha, sino el huichol, náhuatl, entre otras lenguas. “En ese tiempo me dieron espacio en la radio UdeG, teníamos un programa de 30 minutos donde hablábamos como jóvenes indígenas sobre la cuestión de la migración”. “Así empecé, pero esto me abrió los ojos y ya volví a mi comunidad para empezar a generar más consciencia con la gente, por eso me envolví e involucré más en la cuestión cultural y empecé a trabajar como promotora independiente y gestora, me involucré con grupos de músicos y gente que estuviera haciendo algo con la cultura y sobre todo con la lengua”, precisó. Añadió que al realizar dichas actividades conoció a varios maestros que tenían un circulo de literatura, donde se juntaban a escribir en lengua purépecha, a traducir textos y ahí empezó a involucrarse en la cuestión de la literatura. Al viajar a la Ciudad de México para estudiar la maestría, se dio cuenta de que la ciudad es otro mundo, que hay mucha más diversidad que en la ciudad donde anteriormente vivía. “Yo quise estudiar la maestría porque me llamaba mucho la atención mi lengua yo la quería conocer más, su estructura, saber cómo funciona. Sí la sé hablar y escribir pero no sabía cómo funcionaba, por lo que estudiar parte de la gramática de mi lengua me dio elementos para entenderla”, explicó. “En la capital del país encontré más gente que piensa como yo que le gusta hacer las mismas cosas que a mí, empezamos a trabajar y a conocer el Instituto de Lenguas Indígenas, veo que hay proyectos donde uno puede involucrarse y hacer más por su comunidad ya con un respaldo institucional”, manifestó. De acuerdo con datos de 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la lengua indígena P´urhépecha es más hablada en Michoacán con un total de 117 mil 221 personas. La escritora de 30 años, detalló que es una lengua única porque es huérfana esto quiere decir que no tiene parentesco lingüístico con ninguna otra que se habla al menos aquí en México. “Es aglutinante y muy precisa agregándole estos morfemas, o signos o sufijos, es muy específica porque una palabra tiene una infinidad de significados”. Añadió que el español no es así, porque en esta lengua no existen los pronombres, por ejemplo, él o la, o la niña o mamá, sino que nada más es “nandi” o “tati”, y se ha intentado relacionarla con el quechua que se habla en Perú, “pero es sólo una hipótesis porque no se ha comprobado que parentesco lingüístico podemos y tener con esa lengua”. Explicó que la región purépecha en el estado de Michoacán se divide en El Lago, La Sierra, La Cañada y la Ciénega, en todas se habla el purépecha con variantes mínimas. Anteriormente la región abarcaba hasta Guanajuato, Querétaro y parte de Jalisco, pero actualmente en estas entidades ya no hay hablantes. Precisó que las comunidades que lo hablan se ubican en aproximadamente 25 municipios del estado. “Entre más aislada la población más preservan la lengua y entre más se involucran en la cuestión urbana o donde ya hay más población esto afecta, aunque hay personas que son monolingües y que se comunican en su lengua pero no conoce el español”. Puntualizó que esta labor le nació desde hace mucho tiempo y su gran sueño es que la gente se acerque y lea el purépecha, por lo que exhortó a los hablantes a que escriban y lean, “mientras no haya lectores no va a haber escritores, ahí se pueden quedar los libros archivados, y pues así la lengua no perdurará por muchos años más”.