Beirut.- Al menos 652 niños murieron en Siria en 2016 debido al conflicto bélico, lo que lo convierte en el peor año para la nueva generación del país, indicó el lunes la agencia de Naciones Unidas que ayuda a la niñez. No hubo una aminoración de ataques a escuelas, hospitales, parques infantiles, parques y viviendas el año pasado, mientras el gobierno sirio, sus adversarios y los aliados de ambas partes muestran un insensible desdén por las leyes de guerra. La UNICEF subrayó que al menos 255 fueron asesinados en una escuela o cerca de ella en 2016 y que 1,7 millones de menores no acuden a la escuela. Una de cada tres escuelas en Siria está inutilizable, algunas debido a que grupos armados las tienen ocupadas. Adicionalmente 2,3 millones de niños sirios son refugiados en otras partes del Medio Oriente. Las cifras aparecen en un reporte de UNICEF publicado dos días antes del sexto aniversario de la insurrección popular que se convirtió en guerra civil. Los niños estuvieron entre las primeras víctimas de las brutales medidas de fuerza del gobierno. El 15 de marzo de 2011, residentes en la ciudad de Dara, al sur de la nación, marcharon exigiendo la liberación de estudiantes adolescentes que fueron arrestados por escribir mensajes contra el gobierno en los muros de sus escuelas. Fueron torturados cuando estuvieron detenidos. El reporte advirtió que los mecanismos directivos y de atención de la salud se deterioran rápidamente en Siria, lo que lleva a los niños al trabajo infantil, al matrimonio a edad temprana y a combatir. Decenas están muriendo por enfermedades prevenibles. Un reporte publicado hace una semana por la organización caritativa internacional Save the Children señaló que los jóvenes sirios están mostrando signos de "estrés tóxico" que puede conducir a problemas crónicos de salud, problemas con adicciones y desórdenes mentales que se extiendan a la edad adulta. El uso de niños soldados va en aumento Siria, denunció la UNICEF. Al menos 851 niños fueron reclutados por facciones armadas el año pasado, más del doble en comparación con 2015. Los niños de todo el país están en riesgo de sufrir lesiones graves al jugar cerca de minas terrestres y racimos de municiones. El retiro de minas terrestres en áreas en poder de la oposición ha sido obstaculizado severamente por la inaccesibilidad a expertos externos.