Ciudad de México.- Nacida en Sidney, Australia, hace una década, la iniciativa "La hora del planeta" se celebrará aquí y en diversas ciudades del país, el próximo 25 de marzo, cuando emblemáticos edificios y monumentos apaguen sus luces durante una hora, como un llamado a reflexionar sobre "el México que debemos conservar". En el citado movimiento ambientalista, que promueve la red mudial WWF, participan más de 170 países, y millones de personas de diferentes edades y culturas, en busca de hacer frente a la amenaza del cambio climático, uno de los principales desafíos de este tiempo. Aquí, además, están invitados a sumarse público en general, fotógrafos y cineastas que quieran participar con imágenes que se proyectarán en un evento cero emisiones, en El Ángel de la Independencia, donde la pantalla de la proyección será activada con las bicicletas del 28 paseo nocturno ciclista de esta ciudad. Otros monumentos que permanecerán en penumbras de las 20:30 a las 21:30 horas del sábado 25 de marzo, son el de la Revolución o la Diana Cazadora, y edificios como la Torre Mayor o el Palacio de Bellas Artes. Además de la Ciudad de México, participarán Veracruz, Zacatecas, Quintana Roo, Oaxaca, Campeche, Sonora, Coahuila, Querétaro, y Puebla, entre otras entidades, que apagarán las luces de sus principales monumentos e inmuebles, como un testimonio simbólico del poder de las personas, ciudades y países para ser parte de una solución global. Cynthia Menéndez, Coordinadora de Ciudades Sustentables del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en México, explicó que más que una preocupación ambiental, el cambio climático debe abordarse considerando sus implicaciones para el desarrollo. "Más del 90 por ciento de la energía que consume el mundo proviene de combustibles fósiles, con la consecuente emisión de contaminantes. Las alteraciones de los eventos climatológicos y las temperaturas extremas empeorarán, como lo demuestra el hecho de que 2016 haya sido el año más caliente registrado en la historia. "La salud, la seguridad alimentaria, la seguridad energética y el acceso al agua dulce de millones de personas están en riesgo”, advirtió. Según ella, “México está en un momento decisivo, que plantea cambios necesarios en muchos sentidos. Pero hay también un país que debemos conservar, el de nuestra riqueza natural, que nos hace grandes como mexicanos”. Entre lo que debemos conservar se encuentran por ejemplo los bosques que dan cobijo a las mariposas monarcas en invierno, las 19 mil 150 especies endémicas del país, las playas que atraen a millones de turistas cada año, la disponibilidad de agua para el ser humano y la naturaleza, los santuarios balleneros mexicanos y los corales que forman parte de la segunda barrera arrecifal más grande del mundo. A 10 años de creada, la Hora del Planeta ya incluye el apagado de más de 10 mil 400 monumentos icónicos a nivel mundial, entre ellos el Empire State Building (Nueva York), la Torre Eiffel (París), la Alhambra (Granada) y la Casa de la Ópera (Sidney). Como cada año, WWF usará la Hora del Planeta para conseguir logros de conservación de relevancia nacional o regional: la protección de una gran zona de extraordinaria biodiversidad en Brasil, la promoción de energía renovable en Sudáfrica o de un estilo de vida sostenible en China, y la petición a la Unión Europea de una política climática que asegure un futuro energético limpio y renovable. En este contexto WWF desarrolló junto con ICLEI-Gobiernos Locales por la Sustentabilidad el Desafío de Ciudades de la Hora del Planeta, una iniciativa para agilizar la transición de las ciudades hacia un futuro sustentable, cuya convocatoria se lanzará el próximo 22 de marzo (www.desafiodeciudades.mx). Para participar, los gobiernos locales deberán presentar informes, planes ambiciosos, inspiradores y factibles que fortalezcan el desarrollo urbano bajo en emisiones y combatan el cambio climático, con énfasis en políticas de Movilidad Urbana Sustentable. En esta edición se espera la inscripción de más de 300 ciudades alrededor del mundo, cuyas acciones serán evaluadas por un jurado internacional para encontrar tanto a la urbe que sobresalga en cada país, como a nivel global. La WWF es una red independiente nacida en 1961 y conocida por el símbolo del panda. Trabaja en más de 100 países.