Preparan operativos sanitarios en la cuaresma

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Héctor Tapia/La Voz de Michoacán
Morelia Michoacán.-
Todo el año hay una vigilancia permanente por parte de la Comisión Estatal para Protección de Riesgos Sanitarios (COEPRIS), sin embargo ésta se intensifica en el periodo de cuaresma por medio de operativos para evitar enfermedades, explicó Rafael García Tinajero, quien es titular de esta dependencia.

Detalló que es a partir de marzo, desde antes que comience el periodo vacacional, en que se comienzan a realizar estos operativos de manera intensiva, donde son tres los aspectos que se vigilan: la condición salubre de los alimentos, de las albercas y las playas del estado.

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Estos son los tres pilares de los operativos que se realizan en el periodo de cuaresma, remarcó García Tinajero.

En lo que respecta al rubro de alimentos, dijo, la vigilancia inicia poco antes de que arranque el periodo vacacional; en cuaresma la gente acostumbra consumir mucho más pescados, mariscos, moluscos.

Ante esto, y dado que si no se da un manejo ni condiciones adecuadas pueden incrementar factores de riesgo, lo que se realiza por parte de la COEPRIS es comenzar con los operativos sanitarios para revisar que estos alimentos sean seguros al consumo y que no representen riesgo alguno para la población.

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Explicó que se realizan acciones de fomento sanitario, las cuales consisten en orientar, educar y hacer consciencia sobre los riesgos que pueden tener para la salud de la población la realización de algunas actividades, o consumiendo algunos alimentos.

En cuanto a la prevención, explicó, “le decimos a la población que tenga cuidado con el marisco y pescado que consume”.

En este sentido, el titular de COEPRIS emitió una serie de recomendaciones para poder seleccionar un pescado que esté en buenas condiciones: 1) que el pescado esté en una cama de agua; 2) que las escamas no se caigan fácilmente; 3) que cuando se comprima el pescado con el dedo no quede un hoyuelo en la carne; 4) que las agallas o branquias sean de un rojo escarlata y no negro; 5) que los ojos del pescado tengan aspecto limpio. Si no tiene esas características la recomendación es que no los consuman, apuntó.

Para los establecimientos que expenden pescado, explicó Rafael García Tinajero, estos tienen que tener los pescados y mariscos “cuando mucho” a 4 grados centígrados de temperatura; y que una vez que salga de refrigeración tiene que mantenerse en una cama de hielo, y de preferencia que no se vuelva a refrigerar, remarcó.

Cuando un consumidor lleva ya el pescado a casa, continuó explicando, la descongelación del producto debe ser lento; y que si se hace rápido, esto debe hacerse con horno de microondas y que inmediatamente sea consumido.

En el proceso regulatorio, detalló, se trata de ir y vigilar que en los lugares donde se vende el pesado el lugar tenga las medidas de higiene necesarias. También se vigila que el pescado no tenga las características arriba mencionadas.

Además, dijo, “se toman muestras para enviarlos al laboratorio de Salud Pública del Estado, para vigilar que no tengan bacterias patógenas”, que puedan causar alguna enfermedad.

Dijo que hasta el momento no se ha sancionado a alguien; “lo que se hace en caso de que se encuentre alguna irregularidad es inmediatamente inmovilizar ese pescado, asegurarlo, dado que no se puede consumir, se cierra el establecimiento a la venta al publica mientras no se subsane esa situación”, indicó.

Refirió que los focos rojos podrían ser los tianguis, donde se vende el pescado al aire libre; estos puntos se sitúan principalmente en municipios de Tierra Caliente, en la misma costa michoacana, y en ciudades grandes como Morelia y Uruapan “donde podría  dar esta situación de que el pescado no esté en buenas condiciones”.

“Hemos completado más de la mitad de muestreos, que son más de 300, y no hemos encontrado irregularidades, pero no se descarta que se pudieran encontrar”, reconoció el titular de COEPRIS.

Informó que también se están muestreando las 12 principales playas de Michoacán; entre ellas Playa Jardín, Playa Azul, Chuquiapan, Las Peñas, La Soledad y Caleta, en el municipio de Lázaro Cárdenas; Maruata, Nexpa y Faro de Bucerías, en el municipio de Aquila; y, Boca d Apisa y San Juan de Alima, en el municipio de Coahuayana.

“Se trata de garantizar de que nuestras playas no estén contaminadas”, aspecto que no se ha registrado desde 1997, desde entonces “nuestras playas han estado limpias”.

Así mismo dijo que de las más de 300 albercas que hay en el estado se muestrean alrededor de 100, que son las que son más visitadas en esta época de cuaresma; aquí, dijo, “vigilamos que el agua esté convenientemente clorada, que no haya amiba de vida libre, porque puede causar encefalitis”, concluyó