Ciudad del Vaticano, Italia.- El Papa Francisco encabezó hoy la ceremonia del Fuego Nuevo en el atrio de la Basílica de San Pedro y con ella dio inicio a la Vigilia Pascual, durante la cual bautizó a 11 fieles, adolescentes y mayores de edad. Ante un templo totalmente a oscuras, el pontífice bendijo el fuego y con él calentó una daga que le sirvió para marcar un gran cirio pascual con las letras griegas alfa y omega. Es la tradición católica, en la noche que se celebra la resurrección de Cristo. Sólo con aquella gran vela encendida, el líder católico ingresó a la basílica presidiendo una larga procesión hasta llegar al altar mayor. Adentro, más de cuatro mil fieles junto con autoridades civiles, diplomáticas y religiosas, acudieron a la celebración. Una vez en el altar y tras el anuncio de la resurrección, sonaron las campanas y se encendieron las luces. En el transcurso de la vigilia está previsto el bautismo de 11 “catecúmenos”, personas que siendo adolescentes o mayores de edad decidieron convertirse al catolicismo. Seis de ellos son varones y cinco mujeres. Tres son italianos, dos albaneses y el resto provienen de España, República Checa, Estados Unidos, Malta, Malasia y China. Como es tradición de cada Vigilia Pascual, ellos recibieron no sólo el bautismo sino también la comunión y la confirmación. En el momento de las oraciones comunitarias se rezó para que Dios “custodie a los pequeños de toda forma de escándalo”, para que “derrote la dureza de corazón de los pecadores y violentos”, “libere a las personas angustiadas por la oscuridad y la tristeza”, y recupere la esperanza a las “víctimas de la maldad y la indiferencia”.