Ciudad de México. El colombiano Rafael Pombo, escritor y poeta, principal figura representante del romanticismo de la lengua española, es recordado al cumplirse 105 años de su deceso, sobre todo por ser una gran influencia en el desarrollo de la imaginación de los niños, a partir de fábulas y cuentos que escribió para ellos. Pombo nació el 7 de noviembre de 1883, en Bogotá, Colombia; hijo primogénito de Pombo O'Donell y Ana María Rebolledo, se crió en el seno de una familia bien posicionada económicamente. Fue su madre la que lo encaminó hacia las letras y fue a los 11 años cuando ingresó al seminario, donde aprendió latín, lo que al tiempo lo convirtió en asiduo traductor de los clásicos. El sitio "Biografiasyvidas.com", destaca que a los 10 años de edad Pombo encontró su gusto por la poesía y copiaba versos de poemas, o traducía algunos en un pequeño cuaderno que tituló “Panteón Literario”. Se graduó en El Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en la carrera de Humanidades. En 1848 recibió el grado de Matemáticas e Ingeniería en el Colegio Militar, fundado por el general Tomás Cipriano de Mosquera. Pombo nunca llegó a ejercer como ingeniero, porque comenzó a dedicar su vida a las letras en Popayán, donde escribió dos de sus poemas más conocidos “La copa de vino” y “Mi amor”, que en un principio, la gente creyó que eran de la autoría de una mujer. En adelante, casi toda su obra estuvo impregnada de la sensación de un amor no satisfecho. Sin embargo, mientras estaba en Nueva York dio a conocer una recopilación de relatos breves en verso para niños, en el que dio rienda suelta a su fascinación por lo fabuloso y lo mágico. Sus biógrafos en el sitio “rafaelpombo.org” relatan cómo en estas obras para niños crea y recrea historias en verso que aún hoy en día sobresalen dentro de la literatura infantil hispanoamericana, por su humorismo, desenfado e imaginación. Pombo no sólo fue el gran clásico de las letras colombianas infantiles, sino que fue uno de los grandes iniciadores de esa modalidad literaria en la región. Pombo, añade el sitio de Pombo especial para niños “rafaelpombo.co”, estudió las fábulas en Estados Unidos y las encontró muy adecuadas para encauzar gustos, valores y tradiciones en los niños. Fue, dicen, un maestro para transformarlas en poemas divertidos, con humor, musicalidad, riqueza visual y trama sencilla y directa. El escritor dejó un legado de más de 160 fábulas con temas muy diversos: morales, filosóficos, políticos, religiosos y satíricos. Las fábulas del autor colombiano han sido incluso musicalizadas por el cantautor colombiano Carlos Vives, quien además ha publicado la recopilación de dichas obras en dos volúmenes titulados “El mundo mágico de Pombo”.