Río de Janeiro. La segunda sesión deliberativa del juicio electoral que puede anular el mandato del presidente de Brasil, Michel Temer, por abuso de poder en la campaña electoral de 2014, terminó hoy con pocos avances, por lo que el proceso podría celebrar audiencias el fin de semana. Tras la primera sesión, celebrada la noche de este martes, en la que la fiscalía pidió anular el mandato de la coalición entre el presidente Michel Temer y Dilma Rousseff por irregularidades en la financiación, los siete magistrados del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil retomaron este día para escuchar al juez instructor. El magistrado Herman Benjamin, que ha dirigido la mayor parte de la instrucción del proceso, iniciado en 2015, consumió las cuatro horas de sesión con explicaciones para que, a su juicio, se ignoren las peticiones de la defensa de dejar fuera del proceso las revelaciones de contribuciones ilícitas para campañas por parte de la constructora Odebrecht. “Con argumentos técnicos, lo que se quiere aquí es que el TSE cierre los ojos a la prueba de Odebrecht”, dijo el magistrado, en relación al pedido de los abogados respectivos de Temer y Rousseff para excluir de la causa las revelaciones de la Operación Lava Jato. En la segunda sesión quedó patente la división en el seno de los siete magistrados de la Corte ante la cuestión crucial que plantea el juicio: anular o no el mandato de Temer por irregularidades en la campaña. Si bien el juez instructor defiende una línea dura y probablemente votará para poner fin al mandato de Temer, el presidente del TSE, el controvertido Gilmar Mendes, un juez cercano al poder político y que se reúne en privado con el mandatario, mostró una versión discordante, en el sentido de absolver al jefe de Estado por el bien de la estabilidad del país.