Ciudad de México. Integrado por 21 relatos que toman a la ciudad como protagonista, el libro “Huella de intervalos”, del escritor mexicano Emilio Mendoza de la Fuente (1963) será comentado por su autor esta noche en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. Mendoza de la Fuente, quien estará acompañado por su colegas y amigos Luis Bugarini, Miguel Ángel Díaz Monges y Elvira Peniche de Icaza, explicó que sus relatos combinan la prosa con la poesía y muestran contradicciones, insatisfacciones, cobardía y esperanzas. “Estos relatos no son necesariamente historias, sino un relato puro, una estampa de un momento determinado de la ciudad; no refiere a una historia de un personaje o de alguna familia, sino más bien a una breve imagen de algo que sucede en la ciudad”, apuntó en declaraciones difundidas por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Recordó que su primer libro de relatos fue “Distraer al destino” (2014), del cual no se desmarca por completo, pues acepta que esta nueva entrega va en esa misma ruta, complementada con nuevas búsquedas. “No puedo negar que el estilo sigue siendo el mismo, tal vez un poco más maduro. Siguen siendo relatos urbanos con la escenografía de una gran ciudad como fondo. Los cuentos incluidos en este volumen abordan los pequeños placeres en la vida que no tienen que ser necesariamente sanos o bien vistos”, declaró el escritor. En “Huellas de intervalos”, Mendoza de la Fuente aborda temas como la muerte y la fragilidad de la vida, así como la soledad, las relaciones humanas en una gran ciudad, los diferentes espacios de tiempo en la vida urbana y cómo se van generando. “Todos los relatos son pequeños momentos de vida, instantes íntimos, pequeñas decisiones. No está la gran tragedia o el gran cuento, sino más bien esas cosas del día a día que van marcando el ritmo en como uno va viviendo”, expresó. Así, dijo, el lector encontrará estampas de la ciudad con las que se identificará, “esas imágenes que uno de alguna manera las hace suyas porque las ha vivido. Uno hace estas cosas para comunicar. Me gustaría que este libro se comentara, no lo escribí para darle gusto a todos, pero sí para que lo leyeran”, finalizó