Ciudad de México. Hay personas que sufren de enfermedades mentales silenciosamente con síntomas escondidos debajo de muchas capas, o simplemente haciendo presencia en su estado mental. Sin embargo, en otros casos, los síntomas se presentan de manera distinta, algunos incluso manifestándose físicamente. Lo que sí debes tomar en cuenta, es que cada enfermedad mental es diferente, y no todos reaccionan igual. Pero conocer las señales de alerta es el primer paso hacia un diagnóstico y tratamiento seguro. Dolor de estómago Los problemas estomacales pueden ser el resultado de lo que pasa en tu cabeza. Las personas con desórdenes de ansiedad usualmente presentan problemas gastrointestinales como náusea, dolor abdominal y hasta diarrea. Aumento o disminución de peso abrupta Drásticos cambios de peso, ya sea pérdida o disminución, pueden significar una condición de salud mental. Los desórdenes alimenticios son una clase de desórdenes de salud mental, donde una persona tiene hábitos alimenticios anormales o inapropiados. La depresión también provoca indirectamente cambios de peso y apetito. Menos energía Aquellos que sufren de depresión severa usualmente tienen menos energía y, por ende, pasan más tiempo realizando actividades sedentarias y solitarias. Las enfermedades mentales también provocan fatiga por distintas razones, como malos patrones de sueño y falta de ejercicio. Tics repetitivos La ansiedad puede manifestarse en muchas formas físicas, incluyendo tics. Pueden haber movimientos habituales para aliviar la tensión y ansiedad. Poco a poco se convierten en algo rutinario, pero no son normales. Dolor crónico Es bastante común que las personas con una condición de salud mental se quejen de dolores y molestias, de ahí el dicho que “la depresión duele.” También se ha documentado que las personas con depresión tienen mayores probabilidades de desarrollar dolor crónico. Se enferma a menudo Muchas personas que sufren de una enfermedad mental usualmente se enferman muy seguido. Tampoco se recuperan tan fácilmente y tardan un buen rato en luchar contra infecciones y virus. Esto ocurre particularmente gracias al estrés.