Hamburgo, Alemania. El documento final de la Cumbre 2017 del Grupo de los Veinte (G-20) se dará a conocer el sábado por la tarde en Hamburgo, con los acuerdos y disonancias de las economías industrializadas y emergentes más fuertes del planeta. La canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, se curó en salud al declarar que era importante que los jefes de Estado y de gobierno se reunieran para dialogar, aunque no lleguen a acuerdos o éstos sean demasiado suaves en el documento final. A pesar de todos los preparativos del último año, y en especial de los últimos meses, habrá poco tiempo para el diálogo porque el programa de actividades está muy cargado. La cumbre, que tendrá una duración de 24 horas, dará a conocer su declaración final el sábado por la tarde, hora del centro de Europa, una vez concluida la reunión que tiene lugar entre protestas. El lema de la Cumbre 2017 del G-20 es "garantizar la seguridad mundial -mejorar las perspectivas futuras– y asumir responsabilidad“. El punto central de la Cumbre es económico. Parte de la base de que el crecimiento de la economía mundial es actualmente muy bajo, más débil de lo que fue en el pasado, las tasas de interés están en niveles históricos a la baja, muchos países no están llevando a cabo las reformas estructurales que requieren. La miseria es rampante en África. Los objetivos en ese terreno durante la cumbre del G-20 es, por una parte, el fortalecimiento de la arquitectura financiera internacional a través del reforzamiento de la red de seguridad bancaria y de las instituciones financieras. Para ello se abordará la necesidad de asegurar la libertad de los flujos de capitales y al mismo tiempo prevenir los dasafíos a que se enfrentan diversos países ante la volatilidad del capital especulativo, así como continuar avanzando en la vigilancia y regulación de los mercados financieros y en el establecimiento de estándares globales para éstos. El objetivo es, asimismo, facilitar el libre comercio bajo la regulación de instituciones comerciales multilaterales como la Organización Mundial del Comercio. La canciller Merkel ha declarado en diversas ocasiones que no hay retorno al mundo que había antes de la globalización, sino que la dirección apunta hacia moldear ese fenómeno de forma que las ganancias se repartan en forma equitativa.