Ciudad de México. Aunque las alergias no tienen cura, no someterse a tratamiento médico puede favorecer el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas. Estornudos, hinchazón en la boca, picazón en la piel, problemas para respirar… Son síntomas comunes de que una persona está padeciendo de alergia, una afección común a nivel mundial que se presenta como una reacción a una sustancia o alimento usualmente inofensivos para la mayoría de las personas. Expertos de Mayo Clinic recomiendan reconocer los síntomas e identificar las causas. Cuando una persona tiene alergias, su sistema inmunológico produce anticuerpos que identifican a un alérgeno [sustancia que causa alergia, como el polen, el veneno de abeja, la caspa de mascotas o un alimento] como dañino, incluso si no lo es. La gravedad de las alergias varía según la persona y los síntomas dependen de la sustancia involucrada y pueden afectar las vías respiratorias, los senos paranasales y nasales, la piel y el sistema digestivo. Las reacciones alérgicas pueden ir de leves a graves. En algunos casos graves, las alergias pueden desencadenar una reacción que puede poner en riesgo la vida, la cual se conoce como anafilaxia, y puede provocar en la persona grave dificultad para respirar, pérdida de conciencia, caída de la presión arterial, erupción cutánea, sensación de vértigo, pulso rápido y débil, náuseas y vómitos, entre otros indicios. Cualquier individuo puede padecer alergia, pero el mayor riesgo lo tienen aquellas personas que cuentan con antedentes familiares, los niños o quienes tienen además asma. Igualmente, tener un tipo de afección alérgica aumenta tu riesgo de ser alérgico a otra cosa. Pero, ¿cómo identificar los causantes de la alergia? Algunos de los más comunes son: 1. Alérgenos aéreos, como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros de polvo y el moho 2. Ciertos alimentos, en especial el maní, frutos secos, trigo, soja, pescado, mariscos, huevos y leche 3. Picaduras de insectos, como abeja o avispa 4. Medicamentos, en especial la penicilina o antibióticos basados en la penicilina 5. Látex u otras sustancias que toques, que pueden causar reacciones alérgicas en la piel La prevención de las reacciones alérgicas depende del tipo de alergia que tenga el paciente. Los expertos recomiendan medidas generales que podemos tener en cuenta: • Evitar los detonantes conocidos. Incluso bajo tratamiento médico, se deben evitar los detonantes. Si, por ejemplo, en caso de alergia al polen, evitar la exposición al aire libre durante los períodos de alto nivel de polen. Ante alergia a los ácaros del polvo o a la caspa de las mascotas, lavar frecuentemente las sábanas y los peluches en agua caliente, usar una aspiradora y evitar las alfombras. • Escribir un diario. Al intentar identificar qué causa o empeora los síntomas alérgicos, el paciente debe registrar sus actividades, lo que come, cuándo ocurren los síntomas y qué parece ayudar. Esto puede ayudar además a su médico a identificar los detonantes. • Utilizar una pulsera de alerta médica. En caso de que haya tenido una reacción alérgica grave con anterioridad, una pulsera (o collar) de alerta médica ayudaría a que los demás sepan que la persona tiene una alergia grave, en caso de que se manifieste una reacción y no pueda comunicarse. • Alimentación normal durante el embarazo o lactancia materna. Ya no se recomienda evitar los alimentos altamente alergénicos a las embarazadas o mamás que están dando de lactar a sus bebés. De hecho, los estudios sugieren que esta exposición puede proteger a los niños contra futuras alergias. En todos los casos siempre es recomendable acudir al médico para que se realice un diagnostico apropiado de la alergia y se indique al paciente un tratamiento. En casos claros, con antecedentes hereditarios o reacciones alérgicas graves, consulte directamente a un experto.