Ciudad de México. Tras el análisis realizado por profesionales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el gobierno mexicano entregó 168 piezas arqueológicas a la República del Perú, recuperadas en los últimos seis años. Los expertos reportaron que el origen de estos bienes culturales, producto de aseguramientos procedentes del extranjero, es de esa nación sudamericana, y su traslado está programado para mañana, informó el Instituto en un comunicado. Refirió que la llegada a Perú de este conjunto de piezas se dará en el marco de una serie de actividades que México tendrá en ese país, la próxima semana, y que incluye su participción como invitado de honor de la 22 Feria Internacional del Libro de Lima. El corpus arqueológico incluye objetos de las culturas y estilos chicha, chimú, moche, wari, nazca, lambayeque o sicán, y chancay, los cuales abarcan un marco temporal que va de 200 d.C. al siglo XVI. La ceremonia de entrega recepción se llevó a cabo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ante el embajador del Perú en México, Julio Garro Gálvez; la subsecretaria para América Latina y el Caribe, Socorro Flores, y Alejandro Alday, consejero jurídico de la SRE. Diego Prieto Hernández, director general del INAH, destacó que se trata de un acto de hermandad y reciprocidad entre naciones que pugnan por la restitución de los bienes culturales que hayan salido de sus fronteras, de forma ilícita. Este gesto, afirmó el antropólogo, hace honor a la frase acuñada por Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Por su parte, el embajador Julio Garro Gálvez manifestó que ambos países son un ejemplo en materia de defensa del patrimonio, en particular por su activismo en el reclamo de la restitución de sus bienes culturales. Mientras que la subsecretaria para América Latina y el Caribe de la SRE, Socorro Flores, consideró que la devolución de estas piezas arqueológicas es en beneficio del conocimiento y disfrute de los ciudadanos peruanos. El arqueólogo peruano Raphael Santa Cruz Gamarra indicó que la gran mayoría de las casi 170 piezas fueron saqueadas de contextos funerarios y rituales, y son una muestra del crisol de las culturas prehispánicas que poblaron de la costa noroccidental a la costa sur, y en general el septentrión del actual territorio peruano. La devolución de las piezas se realizó bajo la gestión de la Secretaría de Cultura a través del INAH, en coordinación con la SRE, en acatamiento al Convenio para la Protección, Conservación, Recuperación y Devolución de Bienes Arqueológicos, Artísticos, Históricos y Culturales Robados, Exportados o Transferidos Ilícitamente entre los Estados Unidos Mexicanos y la República del Perú, que entró en vigor en junio de 2003.