Ciudad de México. Las diferencias políticas y la cuestión económica de la época, agudizada por la invasión norteamericana, provocaron que la plataforma hallada en la Plaza de la Constitución, en la que se pretendía erigir el Monumento a la Independencia, hubiera quedado inconclusa, afirmó el arqueólogo Alejandro Meraz. Entrevistado a propósito del monumento proyectado para conmemorar la Independencia, cuya primera piedra se colocó el 16 de septiembre de 1843, señaló que el hallazgo del Zócalo original dado a conocer hace unos días habla mucho de ese momento histórico del país. “El hallazgo, en términos arqueológicos, representa la posibilidad de confirmar o refutar lo que dicen varias fuentes históricas sobre este basamento, los materiales que se implementaron nos permiten, a partir de la toma de muestras, determinar de dónde fueron extraídos estos materiales para conocer los procesos de abastecimiento y explotación de diferentes lugares. “También, nos permite darnos una idea de lo que es la vida social en términos de lo que es el siglo XIX, época en que la gente acostumbraba a caminar por lo que era el Paseo de las Cadenas al sur de la Catedral, pero luego esto se amplía hasta lo que es el paseo del zócalo ya con la presencia de este basamento, y retomar la forma de vida de esta sociedad del siglo XIX”, dijo a Notimex. El arqueólogo, que forma parte del equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), insistió en que las diferencias sociales entre las facciones conservadoras y liberales del siglo XIX, la cuestión económica, la falta de recursos de la nación que se iba formando en esos años, se puede ver reflejado en este monumento inconcluso. “De esa lucha entre el poder, las idas y venidas de López de Santa Anna a la presidencia, lo vemos representado a través de ese monumento que quedó inacabado y que otros pretendieron concluir, como Maximiliano cuando fue emperador. Recordó que antes, la hoy Plaza de la Constitución o Zócalo, era un espacio utilizado para la venta de diferentes productos: ropa, comida, además de la presencia del mercado del parián, donde se vendían productos de China, Japón y Filipinas. Sin embargo, destacó, para 1843, el uso del suelo del lugar cambió para dejar de ser un lugar para comercializar y convertirse en un punto de reunión público para diferentes actividades. Sobre las posibilidades de encontrar un nuevo hallazgo durante los trabajos de rehabilitación de la Plaza de la Constitución, Meraz lo descartó. “A partir de la profundidad de la excavación del proyecto de orientación de la plaza, es difícil encontrar algo a 50 centímetros de profundidad, sobre todo porque en el sector que falta trabajar, son 30 centímetros lo que bajará la excavación, es difícil”, comentó. Dio a conocer que los vestigios descubiertos "han sido cubiertos con un geotextil para evitar el contacto con los materiales que se están implementando en la obra, directamente con lo que son los vestigios". “Este textil hacen que no entren en contacto y luego se rellena de tepetate, no se puede compactar con maquinaría, sino que se tiene que hacer de manera manual, para no poner en riesgo los elementos arquitectónicos. “Por si fuera poco, existe la propuesta de una placa alusiva a la presencia de este basamento, así como la posibilidad de hacer otro tipo de señalización a la misma”, concluyó.