El Universal/ La Voz de Michoacán Boloivia . El dramático caso de un niño de tres años a quien un cirujano le extirpó ambos riñones, uno de ellos sano, reavivó en Bolivia el debate sobre una ley de mala praxis médica, un proyecto que provocó una prolongada huelga hace un año. La situación del pequeño Sebastián tiene al país conmocionado, tras revelarse que un médico de un hospital oncológico de Santa Cruz, le extrajo esta semana por error los dos riñones, por lo que de inmediato tuvo que ser conectado a un equipo de diálisis para mantenerlo con vida. Mientras se esperan los resultados de una auditoría médica en esa ciudad a 900 kilómetros de La Paz, autoridades del gobierno y parlamentarios del oficialismo y la oposición retomaron la idea de aprobar una ley que penalice casos de negligencia médica. El gobierno del presidente Evo Morales había aprobado a fines del año pasado un nuevo código penal que incluía la mala praxis, pero desencadenó de inmediato el rechazo de profesionales de la salud, que mantuvieron una huelga de hospitales públicos durante 47 días. Esa norma establecía multas económicas, inhabilitación en el ejercicio profesional e inclusive cárcel para los responsables de mala praxis, pero los médicos, apoyados por varios sectores de la población, hicieron violentas protestas callejeras hasta hacer abrogar esa ley. Un código penal anterior contemplaba sanciones, aunque con procesos legales engorrosos que desanimaban a las víctimas o sus familiares a entablar juicios. Pero el caso del pequeño Sebastián reavivó el tema, tanto que el presidente Morales llamó a los bolivianos a "debatir sobre los mecanismos de protección del paciente". De inmediato, el legislador oficialista Benigno Vargas planteó "trabajar en un proyecto" de ley y convocó a "hacer un análisis para ver de qué manera se puede garantizar que no se vuelvan a cometer estos hechos y se pueda sancionar a quienes resultaren culpables". La legisladora opositora Rose Marie Sandoval acotó que "esto amerita una ley específica y que hay que regular a los médicos”. Aunque los colegios médicos no se pronunciaron todavía, su postura tradicional es de rechazo a normas que sancionen su actividad. El caso del niño mantiene en vilo a la población y motivó que un presentador local de noticias, Jorge Robles, se ofreciera como donante de un riñón. Pero no se quedó con su oferta, sino que exigió ser imitado por el cirujano que operó a Sebastián. "Si usted dona uno de sus riñones (...) yo voy a donar uno de mis riñones", dijo Robles, que negó que su propuesta sea sensacionalista. Aclaró que no tenía idea de las condiciones necesarias para esos trasplantes, aunque indicó sentirse conmovido y que su deseo es que "tomemos responsabilidades". El video de Robles, difundido en su cuenta de Facebook, fue compartido unas 23 mil veces en un día y reproducido más de 320 mil veces. Sin embargo, una operación para trasplante de un nuevo riñón chocaría con impedimentos de salud. El menor tenía un tumor en el riñón, con metástasis en los pulmones por lo que, por el momento, lo único que queda es esperar. "Después de un proceso quirúrgico de estos, no se puede implantar un órgano de inmediato. El niño tiene que crecer y aumentar de peso", explicó el reputado nefrólogo Herland Vaca Diez. La justicia abrió una investigación para establecer qué sucedió en el quirófano, mientras varios sectores expresaron su sorpresa pues el médico que operó a Sebastián, Roger Moreno, era conocido por realizar una gran labor filantrópica.