Talía Vázquez, abogada de José Manuel Mireles, aseguró que su cliente fue torturado psicológicamente por los efectivos federales que lo detuvieron. Policías federales se burlaron de él más de cinco horas, apuntó. La abogada dijo, en entrevista con Radio Fórmula, que pudo ver a Mireles el sábado a las siete de la noche. Comentó que tenía algún problema cardiaco, porque tiene que tomar medicina para el corazón. Llegó a Morelia con el azúcar alto y con taquicardia, refirió a Ciro Gómez Leyva. El doctor Mireles nunca está armado, mencionó la defensora. La foto que hay de él con un arma apuntando, es una muy vieja de cacería, explicó en ese medio. La tortura psicológica consistió en que en cuanto lo detuvieron, al momento en que le tuercen el brazo para ponerle las esposas, inmediatamente le taparon la cabeza, explicó. Aún así podía ver, y preguntó: "qué están subiendo en mi camioneta". Fue entonces cuando le vendaron los ojos. "Estuvo con los ojos vendados, con la cabeza agachada y con la Policía Federal burlándose de él más de cinco horas". Vázquez relató que los federales se burlaron de su cliente y tomaron como trofeo su sombrero, considerado un símbolo para las autodefensas. "La gente necesita símbolos, y el sombrero del doctor Mireles es un símbolo, entonces cuando él se quita el sombrero para comer y se lo da a alguno de sus escoltas, nunca se lo pone nadie, si no, con mucho respeto, lo guardan en las piernas, o algo. Ellos respetan mucho el sombrero del doctor Mireles. "Los federales, después de que lo tienen encapuchado, le gritaron groserías, lo hacían tener la cabeza agachada en el aeropuerto de Lázaro Cárdenas, donde estuvieron un buen rato, y lo tenían parado y tomándose fotos junto a él, poniéndose el sombrero un policía, luego otro, muertos de la risa, eso sí como trofeo". Así lo llevaron a Morelia, agregó la abogada. Mencionó que Mireles le confesó que pensó que los federales lo iban a tirar al mar, hasta que se puso muy mal con la taquicardia. "Él no es hombre de quejarse, pero se lo notaron, le dijeron a uno de los escoltas, los federales, háblales, dile que vienes aquí". Entonces uno de ellos le dijo: "estamos con usted". Aclaró además que en realidad el ex jefe de las autodefensas de Michoacán no traía 30 mil pesos cuando fue detenido, sino 94 mil, correspondiente al pago de dos mensualidades por un crédito bancario para comprar una camioneta. "Le cobran 47 mil pesos mensuales por un crédito que pidió de 900 mil pesos", explicó.