Eduardo Ruiz Muñoz / La Voz de Michoacán. Yurécuaro, Mich.- La carretera federal México- Guadalajara, en el tramo Yurécuaro-La Barca se ha convertido en el escenario desde donde los yurecuarenses han alzado la voz para exigir a sus gobernantes la seguridad que durante varios años no les han podido brindar. Aquí los hombres y las mujeres hablan fuerte. Cuentan historias de impunidad, de corrupción, de jóvenes que han desaparecido, de familias enteras que han emigrado por temor a la violencia. Hablan de lo que difíciles que ha sido durante los últimos años conciliar el sueño en medio de lluvias de balas. Ahí, al pie de la carretera se escuchan cientos de historias de miedo. De gente que ha sufrido por que los delincuentes de Jalisco y Michoacán instalaron aquí, desde hace mas de cinco años, un campo de batalla que se extiende hasta las calles del centro, donde cualquier ciudadano puede llegar a ser parte del final trágico de la historia. Los yurecuarenses, al pie de la carretera. Cuentan su realidad a los miles de automovilistas que transitan por una de las vías terrestres más importantes del centro del país. Ahí, donde el calor se vuelve más intenso cuando el sol es reflejado por el asfalto. Las mujeres hablan a través de un altavoz y los hombres se organizan. Son doctores, son empresarios, son maestros, son amas de casa y son también yurecuarenses. “No nos importa si los delincuentes son de Jalisco o son de Michoacán. Son delincuentes tanto uno como otro”, argumenta uno de los hombres que anima a los ciudadanos a estar unidos. Han elaborado un pliego petitorio que, esperan, pueda ser atendido por el Gobernador o el Comisionado Alfredo Castillo. Las principales cuatro demandas son: la liberación de los autodefensas, la presencia permanente de la SEDENA y la Policía Federal para que asuma el control de la seguridad, el establecimiento de la BOM (Base de Operaciones Mixtas) prometido por Fausto Vallejo desde hace un año y la destitución inmediata de policías corruptos.