AP/(Imagen Cristian Viveros). Santiago, Chile.-Las actividades en Iquique y Arica, en el norte chileno, volvían lentamente a la normalidad este miércoles tras un terremoto de magnitud 8.2 que destruyó lanchas de pescadores y causó daños totales o parciales en unas 2,500 viviendas y varias carreteras. El terremoto dejó seis muertos, incluido un ciudadano de Perú y tres heridos graves. Un tsunami posterior con olas que no superaron los 2.5 metros causó daños en algunas zonas como en una caleta de Iquique, 1.800 kilómetros al norte de Santiago, y en algunos locales de venta de comida en la costanera de Arica, 300 kilómetros más al norte. Entre las localidades más dañadas figura Huara, 1.830 kilómetros al norte de la capital, donde unas 70 casas se desmoronaron y otras quedaron inhabitables. En Caleta Riquelme, en Iquique, pedazos de maderos y utensilios de pesca se mecían al compás del oleaje mientras rudos pescadores miraban con pena la pérdida de sus herramientas de trabajo. En la salida sur de Iquique, en la pobre comuna de Alto Hospicio, unas 2.500 viviendas sociales quedaron inhabitables o con peligro de venirse abajo, informó su alcalde Ramón Galleguillos. El terremoto tuvo su epicentro en el mar, frente a las costas de Iquique, y dio pie a una alerta nacional de tsunami que hizo que unas 900.000 personas tuvieran que evacuar sus hogares en plena noche a lo largo de 4.000 kilómetros de costas. La alerta se fue levantando paulatinamente hasta que concluyó en Iquique, donde unas 90.000 personas pasaron la noche en tierras altas. La presidenta Michelle Bachelet visitó el miércoles varias zonas afectadas y permanecerá en el área hasta el jueves. "Estamos acá para enterarnos de la difícil situación que han vivido los chilenos, desde el 16 de marzo no ha sido fácil por los sismos que han ocurrido hasta anoche. El gobierno está para apoyarlos", afirmó. Agregó que "también reconocemos el temple que ariqueños e iquiqueños demostraron al país, nos han dado un ejemplo". Todos evacuaron tranquilamente y, a diferencia de lo ocurrido en marzo, el martes por la noche no usaron sus vehículos particulares para subir a tierras altas. Bachelet dijo que el gobierno se ocupará de ayudar a todos los afectados, en especial a los pescadores y pobladores, y su ministro de Hacienda, Alberto Arenas, señaló que no habrá restricciones de presupuesto para esas ayudas. La administración de Bachelet fue muy cauta en el levantamiento de la alerta del tsunami pues en su primer gobierno (2006-2010) no alertó un asolador maremoto que siguió a un terremoto de magnitud 8,8, que causó la muerte a 526 personas y la desaparición de 25.