AP Lionel Messi escribió el domingo otra página dorada en la historia del fútbol con una actuación descomunal que incluyó tres goles decisivos para dar al Barcelona una victoria 4-3 en cancha del Real Madrid, poniendo al rojo vivo la liga española. Real Madrid sigue colíderes del campeonato con 70 puntos junto al vecino Atlético de Madrid, aunque con desfavorable diferencia de goles y sensación de angustia tras una derrota que coloca al Barsa tercero con 69 unidades. Aún restan nueve fechas por disputarse. En un clásico trepidante, Andrés Iniesta abrió el marcador a los siete minutos por el Barsa, y el Madrid lo volteó con dos tantos de Karim Benzema (20 y 24). Pero Messi acudió al rescate azulgrana con tres conquistas (42, 65 y 84), las dos últimas de penal, que neutralizaron el tercer tanto de Cristiano Ronaldo (50) por los locales. El astro argentino cerró con el triplete su segundo récord de la noche, colocándose como segundo máximo anotador de la historia de la liga con 236 conquistas, una más que el mexicano Hugo Sánchez, ídolo madridista. Los merengues iniciaron el partido enganchados al tren de alta velocidad del argentino Angel Di María por la banda izquierda, desde la cual el "Fideo" destrozó una y otra vez al barcelonista Dani Alves, poco socorrido por un letárgico Neymar, nuevamente inocuo tanto en tareas defensivas como ofensivas, como cuando disparó sin malicia al cuerpo de Diego López un balón profundizado por Messi. En el arco opuesto, la alta presión madridista trababa con éxito la salida de balón de los zagueros azulgranas, con problemas para conectar con la línea de cuatro medios formada por Sergio Busquets, Cesc Fábregas, Xavi Hernández e Iniesta, este último en condición de falso extremo zurdo, desde donde convirtió en gol un excelente balón filtrado por Messi, disparando con decisión y potencia al rincón izquierdo. Benzema, quien ya había rozado el gol tras una cesión de Gareth Bale, empezó a afinar la puntería en el siguiente pase del galés, encontrando segura respuesta de Víctor Valdés. Por entonces el choque de estilos quedaba patente: intento de fútbol coral y pausado del Barsa y arrancadas verticales del Madrid personificadas en Bale y Di María, quien generó otra ocasión primorosa para Benzema que el francés envió a la grada. En un despiste de la defensa merengue, Messi tuvo el segundo pero, tras un excelente control, sorpresivamente cruzó en exceso, mientras Neymar se mostró nuevamente torpe en una conducción y remate que tapó Pepe. La nula aportación defensiva del brasileño la castigó finalmente Di María con dos internadas por espacio de cuatro minutos que sirvieron para voltear el marcador, ambas finalizadas por Benzema, primero con potente cabezazo que dobló la mano izquierda de Valdés, luego mediante control y volea ante la pasividad de Gerard Piqué, quien sí alcanzó a salvar sobre la línea el tercer remate del francés, nuevamente facilitado por Di María. Con viento a favor, el Madrid rebajó el ritmo y cerró el cerco defensivo sobre Messi, pero el argentino tiró de repertorio y tesón para nivelar, él solo, la contienda, cuando filtró un maligno pase para Neymar y acudió instintivo al rechace de Carvajal, fusilando a López a quemarropa. La 19na diana de Messi en los clásicos eclipsó las 18 de su compatriota Alfredo Di Stefano y la eléctrica primera mitad cerró con un nuevo testarazo picado y ajustado de Benzema a cruce de Carvajal. Entregado el juego a la inspiración de los futbolistas, los entrenadores declinaron intervenir al descanso y el Madrid salió con mejor brío y la misma consigna: verticalidad rompedora y finalización de la jugada. La primera salida en manada acabó con pase de Bale, zapatazo de Benzema y parada de Valdés, pero un saque de banda y resbalón del argentino Javier Mascherano devengó derribo de Alves a Cristiano fuera del área en acción que el árbitro interpretó dentro, señalando penal. Cristiano lo lanzó con decisión para su 26ta diana como máximo cañonero del torneo, pero los máximos desestabilizadores de la defensa visitante continuaron siendo Benzema y Bale. El Barsa no funcionaba a nivel colectivo pero ante el panorama de despedida de la liga seguían comiendo aparte Iniesta, con una volea ligeramente desviada, y Messi, quien se inventó una nueva asistencia mágica para la carrera de Neymar, liviano en el roce con Sergio Ramos, expulsado en el segundo penal decretado de la noche. Lo convirtió sin alterarse Messi y la igualada en el marcador e inferioridad numérica impulsó a Ancelotti buscar el amarre de un valioso punto, retirando a Benzema en favor del zaguero Raphael Varane. Pero el tramo final fue para el Barsa, que acorraló al Madrid, avisó con un mísil al poste de Alves, y dio el golpe definitivo con un penal provocado en caracoleo de Iniesta y ejecutado nuevamente por Messi, asesino infalible, reactivador de la liga, héroe de leyenda. Previamente, el Atlético se benefició de la expulsión del uruguayo Braian Rodríguez y ganó 2-0 en cancha del colista Betis con goles de Gabi Fernández (58) y Diego Costa (64), quien suma 23 en el campeonato. En otros partidos, el Valencia le ganó 2-1 al Villarreal, mismo resultado que proclamó vencedor al Sevilla en cancha de Osasuna.