Agencias/ La Voz de Michoacán. Al minuto 8’ el árbitro iba a marcar un penal por una falta de Joel Huiqui, quien derribó a Danilinho apenas a las afueras del área, pero el asistente número uno, corrigió al central quien decidió marcar un tiro libre en la línea del área grande, sintieron “mello” los de Monarcas. El partido transcurría con los Tigres dominando las acciones ante unos Monarcas que apenas se adaptan a las nuevas tácticas de su director técnico, quien cumplió su segundo partido de Liga al frente del cuadro michoacano. Al minuto 18’ Jorge Torres Nilo desbordó por la banda izquierda para mandar un centro preciso y medido a la cabeza del jugador argentino Lucas Lobos quien solito y su alma remató desviadísimo, ahogando el grito de gol en la tribuna del Volcán. Al minuto 26’ llegaría la alegría a la tribuna del Universitario, un cobro de tiro libre a cargo de Lucas Lobos que el argentino aprovechó de manera perfecta, casi con un guante en el pie, puso la bola inalcanzable para Federico Vilar, quien tuvo que recoger el balón del fondo de su marco. 1-0 y el argentino ya sumaba 5 goles en el torneo. Después del gol, Monarcas intentó tímidamente acercarse a la meta de Kike Palos, sin embargo nada más no encontraban la fórmula para poner a prueba al arquero regiomontano, quien era un espectador más en el estadio; Tigres por su parte seguía buscando aumentar su ventaja para tener un poco más de tranquilidad. Sin embargo el marcador ya no se movería en los primeros 45 y nos iríamos al descanso con los de casa arriba en el marcador. El segundo tiempo comenzó igual que el primero, con Tigres teniendo más la pelota, aunque la neta sin generar demasiado peligro, mientras que Monarcas seguía empujando, más con fuerza que con idea para tratar de conseguir el empate en el marcador. Monarcas comenzó a acercarse más al marco de los locales por medio de centros al área que llenaban de nerviosismo a la tribuna, si Tigres no anotaba el segundo pronto, cualquier cosa podía pasar en este partido. Al minuto 84’ se le fue la respiración al Volcán cuando Carlos Ochoa hizo temblar el travesaño con una tijera que complico al portero Palos, quien de una manera muy extraña rechazó la bolita a ese lugar, se mantenía la ventaja felina, 1-0. En los últimos minutos del juego la cosa se puso cardiaca, con llegadas en ambos marcos, el resultado estaba en el aire y los Tigres pedían la hora al silbante que agregó cuatro minutos de compensación, los cuales fueron larguísimos para los felinos y fugaces para la visita que veía como cosechaba una derrota mas en el torneo. Cuando el tiempo estaba llegando a su fin, Carlos Ochoa se encargó de aguar la fiesta felina cuando le quedó una bolita en el área para que solo y su alma rematara y venciera a Palos para poner el empate definitivo, el partido ya no se reanudo y terminó con el empate a un gol.