Notimex / La Voz de Michoacán México, 15 May.- En el Día del Maestro, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) externó su felicitación y reconocimiento por su labor a todos aquellos docentes que, con su entrega de cada día, colaboran en la construcción de un México mejor. A todos ellos, "les hacemos llegar una felicitación y nuestra gratitud, invitándoles a seguir adelante en esta importante misión, procurando su propia formación continua y el ejercicio digno y respetuoso de su profesión, procurando hacer de su vida testimonio de todo aquello que es auténticamente humano. ¡Muchas felicidades!". Como Iglesia, subrayó, se comprometen a hacer de toda instancia eclesial y de toda acción pastoral un servicio educativo, porque "conscientes de la importancia de la educación, podemos afirmar que la vocación del magisterio es una de las tareas más nobles al servicio de la humanidad". En un comunicado, el Episcopado Mexicano recordó que desde 1918, se celebra en México el Día del Maestro y de la Maestra, fecha que hace reflexionar en la importancia vital de la educación y en la gran misión de quienes ejercen el magisterio. La Iglesia, anotó la CEM, siempre ha valorado la educación, como lo muestra la labor educativa desplegada por clérigos, personas consagradas y laicos a lo largo de los siglos. En el caso de la patria, refirió, en el siglo XVI fray Juan de Zumárraga fundó la Universidad de México, y muchos sacerdotes y religiosos se entregaron a la educación de los indígenas y la enseñanza superior estableciendo, por ejemplo, el colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco en 1533. En fechas recientes, resaltó que en la publicación de los obispos del documento "Educar para una nueva sociedad" (2012), ofrecen una oferta educativa concreta. Ello, subrayó, "manifestando nuestra preocupación ante algunos rezagos geográficos, económicos y culturales, y ante la realidad educativa del país, frecuentemente sometida por intereses económicos, ideológicos, políticos o gremiales". Para enfrentar la emergencia educativa actual, puntualizó, es indispensable recuperar la centralidad de la persona, asegurar una educación integral y de calidad para todos. Asimismo, educar en la verdad y en la libertad para promover la paz, reconocer el papel fundamental de la familia, lograr que la escuela y los maestros encuentren caminos para el cumplimiento de su misión, finalizó la CEM.