Agencias/ La Voz de Michoacán. La amenaza del presidente de Corea del Norte, Kim Jung-un, de emprender una guerra nuclear, tiene el objetivo de reafirmarlo como una figura política, consideró la directora del Departamento de Estudios Internacionales de la UIA, Laura Zamudio González. "Su estrategia buscaría obtener de Occidente mejores concesiones económicas y de seguridad para su país", señaló la investigadora de la Universidad Iberoamericana (UIA). En su opinión, es idóneo el momento que escogió el mandatario norcoreano para protestar, oponerse y obligar a negociar nuevas y mejores concesiones económicas y de seguridad para su país, pues mientras Europa está en crisis, Estados Unidos había comenzado el repliegue militar de Irak y Afganistán. "Observamos el endurecimiento del régimen de sanciones internacionales con el que la comunidad mundial, encabezada por las Naciones Unidas, busca desnuclearizar pacíficamente a este país", indicó en un comunicado. En ese sentido, aseveró que desarmar a un contrario no es sencillo, y hacerlo pacíficamente tampoco podría ser muy exitoso. Recordó que Kim Jung-un es un líder joven de 30 años, heredero de la dinastía política Kim, quien ascendió al poder en 2011 luego de la muerte de su padre Kim Jung-il. Es nieto de Jim Il-sung, quien dominó al país luego de la Segunda Guerra Mundial, apoyado por el régimen comunista soviético, indicó. "Los antecesores de Kim Jung-un utilizaron la amenaza de la guerra nuclear como una moneda de cambio de negociación, esperemos que éste sea el caso", dijo. Sin embargo, agregó, preocupan las recientes declaraciones de Kim Jung-un en el sentido de que las armas nucleares no son negociables, son vitales para su soberanía y no cumplirán con el desmantelamiento total. Antes bien procederán en sentido contrario, fortaleciendo su arsenal, pues éste constituye "la vida de la nación", señaló. Zamudio González detalló que el nuevo líder del gobierno totalitario de izquierda del país asiático se está probando en el cargo y como todo dirigente necesita un proceso de reafirmación y consolidación. "Busca llenar los zapatos de su padre y su abuelo que sostuvieron a Corea del Norte después de la Guerra Fría y resistieron las intenciones de Estados Unidos de reunificar la península de Corea en un punto procapitalista aliado a Japón y al mismo Estados Unidos", puntualizó.