Gustavo Ruiz/La Voz de Michoacán En lo que se considera el segundo día de ataques en el municipio de Coalcomán, hombres armados incendiaron este jueves al menos tres aserraderos que operaban en la zona rural, confirmó el subsecretario de Gobernación, Fernando Cano, mismo lugar en donde el pasado día miércoles se registraron tiroteos, bloqueos y quema de vehículos, además del sometimiento de elementos de la Policía Municipal. Según informes del Gobierno estatal, el ataque fue reportado por las autoridades locales, pero se desconocen los detalles. El ataque fue perpetrado por civiles armados y con el rostro cubierto, quienes rociaron gasolina en los inmuebles para después prenderles fuego y darse a la fuga. Autoridades municipales también reportaron la quema de un camión, de los conocidos como “troceros” y daños en una carretera local. Apenas ayer, civiles fuertemente armados y encapuchados irrumpieron en la cabecera municipal de este municipio. "La información que tenemos es que incendiaron tres aserraderos, pero no tenemos precisión de la información porque el Ejército, que ha estado haciendo patrullajes, no nos lo ha confirmado", explicó Fernando Cano, subsecretario de Gobierno en el Estado. Esta agresión se sumaría a otras que ha sufrido el sector productivo y empresarial de Michoacán en los últimos meses, a manos de grupos delictivos. Como se recordará el mes pasado, un comando incendió dos empacadoras de aguacate en el Municipio de Tancítaro, mientras que en febrero, en Buenavista Tomatlán fueron siniestradas una empacadora de limón y una gasolinera. En abril, vía redes sociales y volantes, circularon amenazas, atribuidas al grupo delictivo asentado en la entidad, contra empresas de la industria alimenticia y de servicios. El amago advertía que las unidades que entraran a abastecer en pueblos donde operan grupos de autodefensa serían quemadas. Guillermo Valencia, Alcalde de Tepalcatepec, denunció esta semana que en su localidad se padece desabasto de víveres y gasolina debido a este veto impuesto por la delincuencia. También en Buenavista Tomatlán, en abril, jornaleros y pequeños productores de limón pidieron la ayuda del Gobierno federal y del Estado ante el cierre de empacadoras y las restricciones que el crimen ha impuesto para que no sean contratados ni les reciban su cosecha. Ese mismo mes, un convoy de limoneros fue emboscado en la carretera tras haber acudido a una reunión con autoridades para buscar soluciones al problema. El ataque dejó 10 muertos y varios heridos.