Agencias / La Voz de Michoacán. Decenas de niñas y adolescentes afganas fueron hospitalizadas de emergencia en varios hospitales de Kabul, capital de Afganistán, por un envenenamiento masivo, atribuido a la resistencia Talibán, que se opone a la educación de las mujeres. El portavoz del Ministerio de Educación de Afganistán, Amanullah Iman, confirmó que más de 70 alumnas del colegio Sultán Razi fueron envenenadas esta mañana con un raro gas, según reporte de la Agencia de Noticias Pajhwok (PAN). El funcionario explicó que el envenenamiento masivo se registró poco después de que las alumnas, de entre 12 y 17 años de edad, ingresaron a sus aulas para comenzar sus clases, "algunas de las estudiantes comenzaron a vomitar", destacó. Las chicas afectadas fueron trasladas a los hospitales de Babur e Istiqlal, así como a otras clínicas de Kabul para recibir tratamiento médico, aunque por ahora se desconoce su estado de salud. Iman dijo que las autoridades no tienen información sobre los motivos del envenenamiento, ni quien está detrás, aunque reveló que el Ministerio de Educación, junto con el de Salud iniciaron una investigación conjunta para determinar las causas del incidente. El portavoz del ministerio afgano de Salud Pública, el doctor Kanishka Turkistani, confirmó el incidente, sin embargo, declinó dar más información sobre el envenenamiento masivo. De acuerdo con el reporte de la agencia afgana, varias personas se reunieron enfrente de la escuela en busca de sus hijas, expresando su preocupación y repudió por lo sucedido. Una maestra de la escuela afectada indicó en calidad de anonimato que decenas de estudiantes quedaron inconscientes poco después de entrar a las aulas del tercer piso de uno de los edificio de colegio, entre ellas su hija. Una fuente en el Hospital de Istiqlal de Kabul dijo también en condición de anonimato que el número de estudiantes envenenadas era demasiado alta, al grado de que no había espacio suficiente para admitir a todas las menores afectadas. Ayesha, uno de las alumnas envenenados, criticó al gobierno del presidente afgano, Hamid Karzai, por no hacer nada para impedir estos incidentes, que desafortunadamente se han registrado en otras ocasiones en Afganistán. El año pasado, al menos tres casos de envenenamiento masivo se registraron en Kabul y las provincias de Takhar y Bamiya, afectando a más de 550 alumnas y profesores de escuelas femeninas.