Republicanos proponen reanudar trabajo en parques

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AP / La Voz de Michoacán.
El Congreso sumió el martes al país en un cierre parcial del gobierno debido a una larga disputa sobre la ley del seguro médico del presidente Barack Obama, que ha paralizado una iniciativa para financiar las operaciones gubernamentales, ha obligado a mandar a casa a unos 800.000 empleados y ha derivado en la suspensión de casi todas las operaciones y servicios no esenciales.

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Los republicanos en la Cámara de Representantes respondieron con una oferta para restablecer algunos servicios del gobierno como los parques nacionales, aunque insistieron en que se hagan concesiones en el sistema de salud.

Obama transmitió por radio al mediodía una declaración al país mientras los demócratas y republicanos se culpaban en el Capitolio por el primer cierre gubernamental en casi dos décadas.

Según el presidente, los legisladores republicanos provocaron el cierre de operaciones del gobierno en una "cruzada ideológica" contra su ley de seguro de salud. Cuanto más dure el cierre, más grave será el impacto, añadió.

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Obama dijo que no se debe permitir que los republicanos tengan a la economía de "rehén".

El cierre, el primero desde el de 1995-96, clausuró los parques nacionales, museos del parque Washington Mall y las visitas al Capitolio. La página del Museo Smithsonian apareció con una banda roja.

"Todos los museos Smithsonian y el Zoológico Nacional están cerrados", decía un texto en esa franja.

Los parques y monumentos son la parte más visible de las víctimas de la primera jornada del cierre parcial.

En Washington se colocaron barricadas en el monumento a Lincoln y otros sitios similares. Además el Servicio Nacional de Parques apagó 45 fuentes de la ciudad. Los parques nacionales, desde el Acadia, en Maine, hasta el Denali, en Alaska, hicieron lo mismo, al igual que numerosos centros de trabajo federales.

Organismos como la NASA y la Agencia de Protección al Medio Ambiente cesarán sus funciones. Las personas consideradas empleados esenciales del sector público — como los controladores aeronáuticos, los agentes de la Patrulla Fronteriza y casi todos los inspectores de alimentos — seguirán trabajando.

La ley del seguro médico no fue afectada. Los centros para la contratación de seguros abrieron el martes.

Los militares serán remunerados conforme a la legislación recién firmada por Obama, pero los cheques de otros empleados federales serán retenidos en tanto no se resuelva la situación. Los empleados federales recibieron la orden de acudir a sus puestos de trabajo pero sólo por media jornada para realizar únicamente labores de cierre, como cambiar la página de los correos electrónicos y cerrar los accesos a internet de los diferentes organismos.

El Servicio Postal seguirá funcionando por tener su propia financiación y el gobierno seguirá pagando oportunamente los beneficios de la Seguridad Social y los seguros Medicare y Medicaid a los médicos.

Otros empleados, cuyos sueldos son financiados por las cuotas que se pagan por servicios, siguen laborando, como los trabajadores del Departamento de Estado que emiten visas y pasaportes.

Con las negociaciones estancadas entre un Senado controlado por los demócratas y la Cámara de Representantes en manos de los republicanos, no está claro cuánto durará el cierre, o quién será culpable ante los ojos del ciudadano por las llamadas que no se responden y las puertas cerradas.

Obama inmediatamente le puso la etiqueta "cierre republicano". Dijo que el cierre de gran parte del gobierno por parte de una facción del partido opositor pone en riesgo la frágil recuperación y coloca el país en peligro de un "cierre de la economía".

El líder de los republicanos en la Cámara, Eric Cantor, dijo que esta situación es responsabilidad de los necios senadores demócratas que se negaron a considerar las propuestas para retrasar la entrada en operación de la ley de salud conocida como "Obamacare".

"Ninguno quería el cierre", dijo Cantor a la prensa.

La mayoría republicana preparaba una nueva estrategia el martes, que consiste en reabrir partes del gobierno. Eso incluye reanudar las labores en los parques, dinamizar las peticiones para pagar prestaciones a excombatientes, permitir al Distrito de Columbia la recolección de la basura y usar sus recaudaciones de impuestos para pagar otros servicios de la ciudad.

Sin embargo, eso fue rechazado de inmediato por el vocero de la Casa Blanca, quien dijo que no se trata de "una medida seria".

Así, ya sean estudiantes que se encontraron con los museos smithsonianos cerrados o ciudadanos que esperaban apoyos del gobierno para solicitar hipotecas, muchas personas ya sienten los efectos del cierre.

"Tiene que haber mejores maneras de llevar el gobierno y no llevar al país a un paralización", dijo Cheryl Strahl, quien viajó de Atascadero, California, para visitar Nueva York y se encontró con muchos sitios cerrados.

El Senado rechazó el lunes dos veces un proyecto de ley que intentó primero posponer por un año partes de la ley y luego retrasar la norma que requiere que millones de personas compren un seguro médico. La Cámara volvió a aprobar el martes la última versión; el líder de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid dijo que le esperaba la misma suerte.

El martes por la mañana el Senado rechazó el pedido de la Cámara de Representantes de designar un comité negociador para superar el atascamiento.

Momentos después de la votación, Reid culpó de la situación a los republicanos, al indicar que "el gobierno ha cerrado debido a la irracionalidad de lo que ocurre en la otra parte del Capitolio".

Empero, el senador republicano John Cornyn dijo que los legisladores de su partido escucharon a sus votantes que les pidieron que "detengan el tren sin maquinista llamado gobierno federal". Su mensaje, agregó, es "sigan resistiendo".

Los legisladores y el presidente, empero, siguen recibiendo su salario, con una suma total superior a los 250.000 dólares por día. La mayor parte de los 2,1 millones de empleados federales trabajan con sus salarios suspendidos y se quedaron en sus casas sin paga.