Agencias/ La Voz de Michoacán. Un mexicano indocumentado, en proceso de deportación, estará en las tribunas cuando el presidente de EE.UU., Barack Obama, ofrezca mañana ante el Congreso su discurso anual sobre el Estado de la Unión, informó hoy la oficina del congresista que invitó al inmigrante. Gabino Sánchez, que reside de forma ilegal en Ridgeland (Carolina del Sur), ha sido invitado a presenciar el discurso de Obama ante una sesión conjunta del Congreso por el legislador demócrata de Illinois Luis Gutiérrez, quien lidera los esfuerzos por una reforma migratoria integral. Sánchez, de 27 años, es padre de dos hijos nacidos en Estados Unidos pero afronta un proceso de deportación a menos que consiga amparo bajo una directriz emitida por Obama el año pasado que suspende la deportación de ciertos inmigrantes "sin papeles". "Me preocupa que me deporten y separen de mi esposa y mis hijos, y eso le preocupa a mi familia también. Quiero arreglar mi problema migratorio para que ya no vivamos con miedo", dijo a Efe Sánchez en una declaración emitida a través de la oficina de Gutiérrez. "Mi hijo de siete años me pregunta cuándo me volvería a ver si me deportan a México, y eso me pone triste; sólo quiero vivir en paz y mucha gente está en la misma situación. Le doy gracias a Dios de que al menos tengo un permiso de trabajo, porque mucha gente que conozco no tiene ni eso y tienen más miedo que yo", agregó Sánchez. El Gobierno de Obama puso en marcha el 15 de agosto de 2012 una directriz que suspende durante dos años -aunque con permisos renovables- la deportación de buena parte de los jóvenes indocumentados que vinieron a EE.UU. cuando eran menores de edad. Esa directriz, denominada "acción diferida", abriga a indocumentados que puedan demostrar, mediante documentos, que tenían menos de 31 años de edad cuando se anunció la directriz, entraron a EE.UU. cuando tenían menos de 16 años, llevan cinco años de residencia consecutiva y no tienen historial delictivo. Según un comunicado de la oficina de Gutiérrez, Sánchez entró a Estados Unidos cuando tenía 15 años y "ha estado viviendo y trabajando de forma pacífica en EE.UU. desde entonces". Para Gutiérrez, el caso de Sánchez es una especie de "prueba" de las políticas de deportación de Obama, en particular porque su Gobierno ha puesto el énfasis en la expulsión de indocumentados que han cometido delitos graves, y ha querido mostrar flexibilidad con aquellos sin antecedentes penales y que tienen vínculos con sus comunidades.-