Notimex / La Voz de Michoacán Jerusalén, 27 May.- Al menos 79 miembros del grupo chiíta libanés Hezbolá, aliado del régimen sirio, murieron la semana pasada en la ciudad siria de Qusair, cercana a la frontera con Líbano, con lo que aumentó a 141 la cifra de fallecidos en los últimos meses en esa zona. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) precisó que 79 combatientes del Hezbolá han perdido la vida entre el 19 y 26 de mayo por la explosión de minas, disparos de francotiradores y en combates con los rebeldes sirios en Qusair, en la central provincia de Homs. Además, al menos 20 milicianos del grupo chiíta fallecieron en las inmediaciones de Qusair a principios de este mes y otros 38 desde el otoño pasado en la misma zona, según la fuente, citada por la cadena árabe Al Arabiya. Apenas hace cuatro días, el OSDH, con sede en Londres pero con una amplia red de activistas sobre el terreno en Siria, informó de la muerte de 104 combatientes del Hezbolá en Damasco y en Homs. El aumento de víctimas mortales se ha registrado en la última semana en Qusair, escenario de una ofensiva lanzada este mes por las tropas del presidente Bashar al-Assad contra los rebeldes con el fin de recuperar el control de la estratégica ciudad. Qusair, de unos 20 mil habitantes y sitiada desde hace semanas por las fuerzas gubernamentales, tiene una importancia estratégica porque en la costa se concentran los leales al régimen, incluidos los alauitas, seguidores de una rama chiíta a la que pertenece al-Assad. En los últimos meses, Qusair fue escenario de intensos combates entre los insurgentes y las tropas del presidente al-Assad, que la consideran estratégica porque une la capital, Damasco, con la costa. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, exhortó este lunes al Hezbolá a mantenerse al margen del conflicto en Siria. Ban manifestó su "extrema preocupación" por la creciente implicación del Hezbolá en el conflicto sirio y ha advertido de que este hecho incrementa el riesgo de que la guerra "se desborde" y afecte también a países vecinos como Líbano. El jefe de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, también pidió la víspera al Hezbolá dejar de combatir junto a las fuerzas del régimen sirio en la guerra civil, tras subrayar que "la única forma de proteger al Líbano (...) es protegiendo la unidad interna del Líbano". Sin embargo, el líder del Hezbolá, jeque Hassan Nasralá, prometió el sábado pasado que su grupo ganará una "victoria" en Siria. "Yo le digo a todas las personas honorables, a los mujahidines, a los héroes: Siempre te he prometido una victoria y ahora me comprometo a una nueva en Siria", dijo Nasralá en una ceremonia para conmemorar el 13 aniversario de la retirada militar de Israel del sur de Líbano. Destacó que no se debe abandonar al régimen sirio ante la amenaza de los extremistas sunitas, porque esa guerra también es crucial para Líbano. En el plano diplomático, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, y el canciller ruso, Serguei Lavrov, se reunirán este lunes en París para discutir sobre sus esfuerzos para sentar al régimen sirio y a la oposición en la Conferencia Internacional sobre Siria. La conferencia, propuesta por Estados Unidos y Rusia, está prevista que se celebre en junio próximo en Ginebra con el fin de buscar una salida al conflicto en Siria, que ha dejado más de 94 mil muertos en poco más de 24 meses, según cifras del OSDH.