Julio César Ceniceros / La Voz de Michoacán Morelia, Mich. 04 de octubre.- Según los críticos, ésta no es para nada una joya del cine. De hecho, la película ha sido duramente criticada, sin embargo, es también el “must see” (lo que debe verse) en el cine actual. Hablamos de “Jobs”, el biopic (película autobiográfica) de Steve Jobs, el genio detrás de Apple, el creador del famoso iPhone. Aston Kutcher da vida a Jobs, cuya actuación ha sido elogiada por lograr imitar su caminar y sus gestos; sin embargo, la historia también ha recibido críticas de los geks que se quejan de que el biopic haya quedado en los superfluo, mostrando a un Jobs “mala persona”. Y es que, a este Jobs, le falta la mirada cariñosa de su biógrafo oficial, así que si usted ya leyó el libro biográfico, seguramente quedará decepcionado con el filme. Excéntrico genio La película muestra excentricidades del gran genio Steve Jobs: que si andaba descalzo, que si en Atari se quejaban de que no se duchaba, que si se drogaba, que si regañaba ferozmente a sus empleados y los humillaba… De espíritu hippie La película llega al cine apenas un par de años desde la muerte de Steve Jobs, el fundador de Apple y responsable de una revolución tecnológica que, pese a quien le pese, te guste la marca o no, ha cambiado la forma de entender la informática y la tecnología. Jobs es una figura clave de la era 3G. ‘Jobs’ arranca con un motivador discurso de Jobs durante la presentación del iPod en 2001, para rápidamente trasladarnos a los 70, poco antes de la creación de Apple, durante los años de universidad de ese Jobs de espíritu hippie que soñaba con viajar a la India (un viaje que haría años después). Su aburrimiento en clases en la Universidad de Stanford y sus ganas por hacer algo grande le llevarían a fundar Apple en 1976 en compañía de su amigo Steve Wozniak y que empezaría a crecer en el garage de su casa. La gran visión de negocio de Jobs, su espíritu emprendedor y ganas de cambiar el mundo le llevaría a revolucionar el mundo de la informática. Escrita por Matt Whiteley, la historia fue llevada al cine por Joshua Michael Stern, director prácticamente desconocido, lo que ha generado que se refuercen comentarios que califican la cinta como una producción más bien apta para la televisión y no para la pantalla grande. Entre ficción y realidad Aunque esta película esté inspirada en eventos reales, algunos personajes, caracterizaciones, incidentes, localizaciones y diálogos son ficticios o inventados con el objetivo de dramatizarlos, según apuntes de la propia producción. “Con respeto a esa ficción e invención, cualquier similitud con el nombre, el personaje, historia o cualquier persona, viva o muerta, o cualquier producto, entidad o incidente está creado con el objetivo de dramatizar y no tiene la intención de reflejarse en ningún personaje, historia, producto o entidad”, se lee en créditos del filme, un mensaje que podría traducirse como: “conocemos y respetamos la historia real, pero hemos hecho lo que hemos querido con ella para montar una película“. No todo es malo La crítica tampoco ha resultado tan despiadada con el filme. Entre los puntos buenos, se destaca la banda sonora, las emociones de Jobs consiguen transmitirse (sobretodo cuando eres un aficionado de la marca), los hechos históricos están ahí… solo hay que entender que se trata de una película, no de un documental; los hechos están “ficcionados”….. no es nada fiel a la realidad. La película no es recomendada para menores de 12 años de edad.