“Quemar las naves” reúne relatos tempranos e inéditos de Angela Carter

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Foto: Agencias. Son 704 páginas llenas de ensoñaciones orientales, marionetas que cobran vida.

Notimex / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. De Angela Olive Carter (Eastbourne, Reino Unido, 7 de mayo de 1940- Londres, Reino Unido, 16 de febrero de 1992), está en México una edición extraordinaria que bajo el título “Quemar las naves”, reúne todos sus libros de relatos: “Fuegos artificiales”, “La cámara sangrienta”, “Venus negra” y “Fantasmas americanos y maravillas del Viejo Mundo”.

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Además en esta compilación, legado maravilloso de la periodista y novelista británica, se incluyen sus relatos tempranos e inéditos, lo que supone una ocasión inmejorable para descubrir y celebrar a una autora de su magnitud, una virtuosa de la prosa, inteligente, barroca, imaginativa, irreverente, siempre fascinante y modelo a seguir para posteriores generaciones de escritores en todo el mundo.

Son 704 páginas llenas de ensoñaciones orientales, marionetas que cobran vida, sótanos atestados con los instrumentos de la aniquilación, verdugos enamorados de sus hijas, hombres lobo, vampiras presa del ennui, Poe, Lizzie Borden, reivindicativas semblanzas de Jeanne Duval, westerns con el diablo de por medio, William Shakespeare, los mundos invertidos tras el espejo y tinieblas psicosexuales.

Son muchos protagonistas empoderadas que deciden cambiar el final del cuento, en un torrente inagotable de historias en las que queda patente el interés de Carter por lo gótico, lo teratológico, el psicoanálisis, y su amor por la pantomima, la farsa, el teatro, el cine, y todo lo que problematice las fronteras entre identidad y representación; acercamientos que realiza siempre a través de una mirada feminista.

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Haciendo gala de la magia de su estilo, de su humor, de su sugerente juego con los símbolos, de su erudición, de su alma exquisita y sacrílega, Carter, como señala Salman Rushdie en su prólogo a esta edición, “murió en el apogeo de sus poderes. Los relatos de este volumen dan la medida de nuestra pérdida y también son nuestro tesoro. Hagamos justicia, pues, a este tesoro y a su brillo inextinguible”.

Esta obra debida a la pluma casi milagrosa de Angela Carter fue traducida al español por Rubén Martín Giráldez y Jesús Gómez Gutiérrez, y se trata de una coedición entre la casa editorial Sexto Piso y la Secretaría de Cultura de Cultura federal. Cabe destacar que llama poderosamente la atención la espléndida ilustración de la portada, una colorida obra que se debe a la artista Roxanna Bikadoroff.