Rogelio Arellano José Luis Ceja /La Voz de Michoacán Uruapan, Michoacán. Al no existir normas o reglamentos para atender el fenómeno del comercio sexual, se convierte en una actividad “libre” la cual solamente tienen visos de castigo cuando se cruza la delgada línea para convertirse en trata de personas con fines de explotación sexual o bien la Secretaría de Salud se involucra con sectores que mantienen posibles nexos con la prostitución cuando se disparan las enfermedades de trasmisión sexual pero desde un esquema de prevención. En este sentido, en Uruapan no existen oficialmente establecimientos dedicados al comercio sexual. “No sabemos cuántas y cuántos ejercen este oficio o dónde se ofertan” señaló el director de Salud Municipal Arturo Quiroz Tajimaroa, versión que fue reafirmada por Mercedes Salinas, Jefa de la Jurisdicción Sanitaria 05. De acuerdo a la oficina de licencias municipales, de los casi 15 mil negocios, mil 500 se mantienen con el distintivo de “giros rojos” de los cuales 5 son centros nocturnos con entretenimiento para adultos y venta de bebidas embriagantes pero sin especificaciones de comercio sexual. De acuerdo a información vertida por meseros con más de 30 años de servicio, en este tipo de negocios así como en bares, no solamente se ejerce el comercio sexual en esos centros nocturnos donde laboran en promedio unas 50 mujeres de lunes a sábado, también se ejerce en al menos siete pequeñas hospederías del centro la ciudad y frente a la Central de Autobuses así como en algunos centros botaneros de la periferia de la ciudad. Una corrida financiera artesanal elaborada del veterano mesero nocturno, José Luis Lara, estima que el comercio sexual genera en Uruapan unos 900 mil pesos de lunes a sábado en los cinco centros nocturnos solamente a través del oficio de damas de compañía que incluye la relación sexual, ello sin contar el pago por consumo de alcohol. Se estima que el número de hombres y mujeres que ejerce el comercio sexual en Uruapan es de unas mil personas en esos espacios, muchos de los cuales se independizan al formar una red de clientes cuyo contacto es por vía telefónica. En cuanto a la Secretaría de Salud y el municipio el mayor acercamiento hacia este sector de la población se realiza a través de campañas ocasionales pero enfocadas a la prevención de enfermedades de trasmisión sexual. Por ejemplo, dice la jefa jurisdiccional, Uruapan es el municipio más afectado en la región por casos positivos de VIH seguido de Los Reyes, cuyo grupo de edad más afectado se comprende de 25 a 44 años de edad con mayor predominio en hombres. Añade, otros males “más comunes” se refieren alv padecimiento de candidiasis urogenital, seguida de tricomoniasis urogenital e infección gonocócica del tracto genitourinario, siendo más afectadas las mujeres con edad reproductiva. Existe, dijo, un ligero incremento en la detección debido a la difusión y promoción sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual a través de ferias de la salud, periódicos murales, spots de radio, difusión con volantes. Precisó que durante el 2017 se realizaron 8 mil 113 pruebas a población abierta y a embarazadas para detectar posibles padecimientos de esta naturaleza y en este año suman mil 655 pruebas rápidas, destacando que no son enfermedades exclusivas de las personas que se dedican al comercio sexual. “Todas las personas que mantienen una vida sexual activa sin protección son susceptibles, por eso la importancia de fomentar el uso de condón”, dijo. Problemática en Jiquilpan Jiquilpan es el único municipio en la región Ciénega de Chapala en que existe un espacio claramente delimitado para el ejercicio del sexo servicio, espacio que hasta la administración 2008-2011 era controlado y administrado por la alcaldía a través de la Dirección de Seguridad Pública en lo que comúnmente se conocía como “la caja de Las Flores”. Justo Las Flores es el nombre de la calle a espaldas de Palacio Municipal, entre J. Bautista López y Emiliano Zapata en la que se ubican los cinco negocios en los que, con licencia de giros rojos, se ejerce la prostitución, actividad que está expresamente prohibida; se trata esta calle de Las Flores, de apenas una cuadra en la que no hay pavimento ni empedrado y para acceder a este espacio se tiene que pasar por el vertedero habilitado por la alcaldía. La calle de Las Flores es el punto de ingreso a barrios caracterizados por sus altos índices de inseguridad como El Rincón del Diablo y El Guayabito, regiones que son denominadas casi como de auto control por los propios vecinos; pese a que la mayoría de las trabajadoras sexuales realizan sus actividades por la tarde noche, las cantinas o “bules” comienzan actividades desde pasadas las diez de la mañana para rentar cuartos a las trabajadoras que salen de su área de confort a buscar potenciales clientes al Jardín Zaragoza que se ubica justo frente a la alcaldía. Derivado de que se trata de una actividad técnicamente ilícita, no existe en el municipio un registro de cuántas trabajadoras sexuales hay en la zona de tolerancia y quizá el único censo confiable se encuentra en el sector salud local que realiza periódicamente los exámenes de prevención de enfermedades venéreas. Quizá lo que hace diferente a este municipio en cuanto a la existencia de esta zona de tolerancia es el hecho de que hasta antes del establecimiento del Mando Único Policiaco en la entidad, eran los directores de seguridad pública los encargados de cobrar cuotas de ingreso a los usuarios de la zona de tolerancia, dinero que se convertía en la “caja chica” de los ediles en turno ya que no existía un documento que amparara este recurso. Fue justamente durante este control ejercido por la policía local sobre este espacio que durante la administración municipal 2002-2004 un menor de edad que salía en su automóvil de la zona de tolerancia fue abatido por cuatro policías municipales que se encargaban de cobrar la cuota de ingreso en la reja principal de la zona de tolerancia; lo anterior inició el debate para la reubicación de los negocios establecidos en ese lugar. En la administración 2005-2007 se realizaron algunos intentos para su reubicación sin embargo los propietarios de los negocios recurrieron a la asistencia legal para evitar el desalojo. La zona de tolerancia de este municipio es un espacio propicio para todas las actividades inherentes como trasiego, robo, rapiña que se desenvuelven entre los olores a basura a aguas negras a tierra suelta, a lodo en tiempo de lluvias. Es de destacar que a más de la zona de tolerancia, o los locales al interior, hay docenas de vecindades en este municipio en las que también se realizan actividades de sexo servicio sin embargo estos lugares no están controlados ni por las autoridades.}