Arved Alcántara/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Viva España, pero España hermana, no dominadora de América”, celebró Morelos tras tomar finalmente el puerto de Acapulco. Este punto en la Costa de Guerrero había sido el gran encargo que Miguel Hidalgo le había delegado al cura de Carácuaro desde su encuentro en Charo, Michoacán, tres años antes. Ahí mismo, el Siervo de la Nación se convirtió en el primer insurgente en buscar, así, sin convenciones ni subvenciones a la Corona española, la libertad incondicional de los territorios de la Nueva España controlados por la monarquía europea. Aquel 19 de agosto de 1813, José María Teclo Morelos y Pavón alzó una copa para brindar junto a sus colaboradores cercanos el importante logro, que desconectaba al virreinato español de sus comunicaciones en ultramar, especialmente de Manila, Filipinas. Su pronunciamiento, totalmente en contra del fernandismo, fue tomado con escepticismo, pues se consideraba al monarca español como una gran baza que apoyaría a la causa que inició Hidalgo la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Contrario a muchas de las voces intelectuales que le rodeaban para comenzar a redactar los primeros esbozos de un documento constitucional en forma y contrario también a las expresiones del llamado Padre de la Patria, Morelos ansiaba desconectar todo lazo que significara subordinación a Felipe VII, el rey de España. A pesar de ser considerado por los historiadores como el artífice exclusivamente de la segunda etapa de la Guerra de Independencia, no fue hasta Morelos que se coordinó el primer esfuerzo social y militar para diseñar una nueva nación, libre y soberana. Aquel brindis lo resumió todo. Y este domingo es Morelia quien brinda para conmemorar y festejar el aniversario 253 de Morelos, principal promotor, sin duda, del actual Estado mexicano y todo lo que esto representa, desde la visión de un país independiente hasta el diseño de legislaciones y políticas públicas que así lo faciliten y promuevan el desarrollo social en la emergente nación. Las autoridades municipales y estatales le agradecen de manera simbólica su lucha en favor del pueblo. Las actividades inician con el recorrido del Bando Solemne en punto de las 09:00 horas, que parte del Palacio Municipal y llega hasta la Plaza Jardín Morelos, donde una hora más tarde se tiene contemplado iniciar el acto cívico conmemorativo de esta fecha tan importante para los nacidos en la antigua Valladolid. A las 11:00 de la mañana, tras la solemnidad del evento anterior, el festejo se vuelve más multitudinario, más humano, con la realización del tradicional desfile cívico militar, que congrega sobre las banquetas de la Avenida Madero a decenas de miles de personas de todas las edades que atestiguarán el paso de los diversos pelotones. A unos pasos, en algunas de las plazas públicas y calles aledañas habrá dispuesto otro ejército, el de ambulantes y comerciantes que ofertarán lo mismo banderas y patrióticas decoraciones que tortas de carnitas, atole, tamales, enchiladas, huaraches, refrescos, aguas frescas, gazpachos, tacos y antojitos de todos los tipos posibles en un auténtico desfile de garnacha y gastronomía (por las calles de Humbolt, Fray Bartolomé de las Casas y Vasco de Quiroga, las plazas Valladolid y Benito Juárez, y la Cerrada de San Agustín) que promete competir con el que se realiza a unos metros en la principal vialidad de la capital michoacana. A las 17:00 horas comienza la verbena popular, el Centro Histórico se convertirá en un gran salón de baile en la zona de los portales y frente a la Catedral de Morelia, ya que un elenco de artistas de música tradicional le pondrá ritmo a toda la tarde y hasta entrada la noche, cuando la presentación de Margarita, La Diosa de la Cumbia, marque el último evento de este festejo que busca hacer coincidir a los morelianos en el primer cuadro de la ciudad para festejar y honrar al Siervo de la Nación.