Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Grupo Financiero Santander estimó que en 2019 la economía mexicana crecerá 2.3 por ciento y si bien hay factores que lo afectan a la baja, también hay elementos positivos que permitirán lograr un desempeño ligeramente mayor que en los dos años previos. Para la institución financiera, uno de los principales elementos que limitaría el crecimiento de la economía en su conjunto es la incertidumbre que prevalece en el sector de las actividades petroleras. Refirió que la producción de petróleo crudo sigue a la baja y en agosto pasado se ubicó en un mínimo de 1.816 millones de barriles diarios y proyectó que bajará 5.0 por ciento en 2018, con un promedio anual 1.852 millones de barriles diarios, mientras que en 2019 habrá una baja adicional de 1.5 por ciento. Estimó además que la economía de Estados Unidos “regresará a tasas de expansión más cercanas a su potencial", una vez que pasen los efectos positivos de la reforma fiscal aplicada en 2018. Se prevé que después de alcanzar un crecimiento alrededor de 3.0 por ciento en 2018, la economía estadounidense crecerá en torno al 2.5 por ciento, refirió en un análisis. En cuanto a los factores internos de la economía mexicana, apuntó que en el inicio de cada administración pública se advierte en los primeros meses un lento dinamismo del ejercicio del gasto público, en algo que se considera transitorio y normal, como resultado de nuevos procesos en la toma de decisiones. Ello se revierte gradualmente, pero de corto plazo se traduce en un menor crecimiento del gasto en comparación con el último año de la administración saliente, expuso Santander. En el sentido opuesto, una vez que se tiene el Acuerdo Estados Unidos-México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), estimó que mejorará la dinámica de la inversión privada con mayor certidumbre sobre el futuro de los flujos comerciales y de inversión. También anticipó que los gastos de los consumidores apoyarán el crecimiento económico, ya que de nuevo se tendrá una recuperación de los salarios reales contractuales, además de que se tiene el propósito de la nueva administración de alentar el crecimiento de los salarios mínimos. Previó que ante el desempeño de la producción de petróleo, la siguiente administración alentaría la inversión pública y privada en el sector, ya que resultará fundamental "seguir impulsando y eventualmente acelerar la implementación de la reforma energética". Estas previsiones suponen que el próximo gobierno mantendrá los esfuerzos de consolidación fiscal y que el déficit presupuestal se ubicará en torno a 2.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para preservar la estabilidad macroeconómica, lo cual propiciará junto con el Acuerdo Estados Unidos-México y Canadá, una mejora en la percepción riesgo país. La institución financiera recordó que hace unas semanas revisó el crecimiento de 2018 a 2.1 por ciento, desde 2.4 por ciento, al considerar que las actividades petroleras presentan un desempeño sustancialmente menor a lo esperado.