Agencias/La Voz de Michoacán Ciudad de México. En 2001 se lanzó el programa Pueblos Mágicos, impulsado por la Secretaría de Turismo federal (Sectur), para diversificar la actividad turística, promover los atractivos históricos, culturales y naturales de localidades fuera de los clásicos destinos de sol y playa e impulsar el desarrollo de las comunidades que los habitan. El primer Pueblo Mágico fue Huasca de Ocampo, en Hidalgo. Le siguieron el místico Real de Catorce, en el altiplano potosino; Tepoztlán, en el estado de Morelos; San Miguel de Allende y Valle de Bravo, en el Estado de México; Pátzcuaro, en Michoacán; Taxco, en Guerrero; Cuetzalan, en Puebla; la bella ciudad amarilla de Izamal, en Yucatán... Son 111 destinos que ostentan dicho nombramiento, mismo que los beneficia con recursos y promoción, a cambio de cumplir las recomendaciones para conservar su valioso patrimonio. Del 11 al 14 de octubre, podrás asistir a la "Feria Nacional de Pueblos Mágicos 2018" para conocer su oferta turística en ecoturismo y aventura, y atractivos culturales, arquitectónicos y gastronómicos. Descubrirás destinos coloniales rodeados por bosques espesos donde reina la neblina; pequeños poblados con aires fantasmales; lugares que poseen zonas arqueológicas y otras joyas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y hasta Pueblos Mágicos a la orilla del mar o de una laguna de colores fantásticos. ¿Qué se necesita para que un destino sea nombrado Pueblo Mágico? Estos son algunos de los requisitos: 1. Contar con monumentos históricos, riqueza natural y otros atractivos. 2. Preservar su cocina regional de manera auténtica y sus festividades. 3. Tener una producción artesanal relevante e inalterada. 4. Debe localizarse a menos de dos horas de un destino turístico consolidado. 5. Presentar un plan de reordenamiento del comercio informal. 6. Presentar un plan de protección al entorno y a su patrimonio arquitectónico. 7. Contar con infraestructura. 8. Incluir a la población en la actividad turística y económic