Notimex / La Voz de Michoacán Ciudad de México. De Christine Angot (bautizada como Pierrette Marie-Clotilde Schwartz, 1959), autora de numerosas novelas y obras de teatro que la han convertido en una escritora indispensable para una legión de lectores, y controvertida para otros tantos, circula en México “Un amor imposible”, novela de pasajes valerosos, heroicos y a la vez estremecedores. En la trama se entrecruzan tres historias, tres vidas, tres personajes movidos por pasiones destructoras en lo que es, por encima de todo, el retrato de una madre. En el ocaso de los años 50 del siglo XX, en Châteauroux vive “Pierre Angot”, sofisticado burgués parisino, quien trabaja temporalmente como traductor para una base americana de esa zona, que es para gente pudiente. En esos años, conoce a “Rachel Schwartz”, una linda chica judía de origen mucho más humilde. “Pierre” no quiere ni oír hablar de compromiso, de matrimonio, pero le pide a ella que se instale en París cerca de él, a lo que “Rachel” se niega. De esa relación rota nace una hija, “Christine”, a la que el padre ve fugazmente apenas en dos ocasiones durante toda su infancia. Esas dos esporádicamente se dieron cuando era un bebé, y cuando tenía seis años. Como sea, la niña crece con su madre, pero en la adolescencia el padre, quien ha formado otra familia, retoma el contacto con ella. La invita a pasar unos días con él en Estrasburgo y París, y la introduce en un mundo cosmopolita y culto, alejado de la gris vida que le da la vida provinciana. Pero en ese reencuentro anida un secreto desgarrador: El incesto. Es aquí donde bien cabe recordar que Christine Angot vuelve a dirigir la mirada hacia su propia vida para narrar la historia de tres personajes marcados por los amores imposibles, la diferencia de clase, la dominación y los traumas. Pero el eje central del libro es la compleja relación entre una hija y su madre.