Christian Fuentes/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La entidad es ubicado en el escenario internacional por lo arraigado de sus tradiciones y cultura. Una fecha que acapara los reflectores es el ritual de Noche de Muertos que con intensidad se vive en los pueblos indígenas de la región Lacustre. En esta región todo está listo para que los pobladores salgan la madrugada del dos de noviembre a velar a sus ánimas y reencontrarse con ellas. Majestuosos altares de muertos repletos de flores y velas hacen del encuentro una fecha inolvidable en el calendario. Las Secretarías de Turismo, Seguridad Pública y Salud, han dispuesto e iniciado operativos especiales para recibir y brindar atención integral a locales, paseantes y turistas que, año con año, eligen a Michoacán como el destino ideal para conocer y revivir el misticismo ancestral de esta singular y colorida fiesta, exaltada por la grandeza de los usos y costumbres de los pueblos originarios, como los purépechas, que marcan con sus creencias el desarrollo de la celebración, orientando sobre el simbolismo en torno a la tradición para que no pierda su sentido esencial. Con profundo respeto y tradición, la fiesta se vivirá en más de 20 pueblos ubicados alrededor del Lago de Pátzcuaro; en tanto que, en Morelia, la querencia por los fieles difuntos satura ya los panteones, y los pinta de amarillo, el color de la flor de cempasúchil. Este año, de acuerdo a Claudia Chávez López, secretaria de Turismo en el estado, la meta que se ha establecido es superar en al menos un 3 por ciento, la afluencia de turistas y visitantes y la derrama económica registrada el año pasado, que fue de 142 mil 172 paseantes, que dejaron una derrama económica superior a los 115 millones de pesos. Claudia Chávez recordó que el Gobierno del Estado proyecta esta celebración michoacana como una de las más trascendentales, ya que reafirma los valores culturales en nuestros pueblos y mantiene la vitalidad turística del estado, de ahí que ya iniciaron las más 700 actividades programadas. Animecheri k’uinchekua, en Michoacán Desde este fin de semana, los panteones michoacanos comenzaron a cubrirse de amarillo, con las flores de cempasúchil; frutas, pan, bebidas y otros alimentos del gusto de los fieles, adornan las tumbas de las ánimas que pronto retornarán a través de los caminos iluminados por las velas, guiados también por los aromas de inciensos. Esta fiesta, una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas del país, es en principio una ceremonia ritual, es decir, está regulada por normas que la comunidad conoce y respeta, cada elemento y cada actividad cumple un papel importante en el conjunto de la celebración. Con el animecheri k’uinchekua, se cumplen ciclos anuales, compromisos comunitarios y se fortalecen lazo de parentesco, que los asistentes deben respetar. En Michoacán, las celebraciones comienzan desde el 31 de octubre, con la cacería del pato, actividad a punto de desaparecer por la escasez de palmípedos, pero que aún se efectúa; a la que sigue la colocación del altar de “angelitos”, el día 1º de noviembre, para concluir con las honras a los difuntos el día 2. Estos rituales se llevan a cabo principalmente en la región lacustre del lago de Pátzcuaro y algunas otras comunidades purépechas. Módulos de información Para dar la bienvenida y brindar información turística a los viajeros que en esta temporada de Noche de Muertos eligieron destinos michoacanos, la Sectur estatal, instalará módulos de información, los cuales operarán con el apoyo de Embajadores Turísticos: jóvenes estudiantes que con esta acción prestan su servicio social. Estos módulos se instalarán en distintos puntos de mayor afluencia previo y durante la celebración. Esperan comercializar 535 mil manojos de flores El Cempasúchil es un elemento fundamental en la ofrenda y las celebraciones de este tradicional 1 y 2 de noviembre, sobre todo para los difuntos adultos (para los niños se usan las gladiolas, el alhelí y la nube). En muchos lugares de México sus pétalos sirven para formar un camino que guíe al difunto del panteón a la ofrenda o viceversa. Así mismo, la flor se usa para adornar y dar un toque de color a las ofrendas y tumbas, además deformarse cruces que matizan y dan un toque espiritual. En los últimos tres años, Michoacán se ha posicionado como el líder nacional en la producción de las flores con las cuales se reviste y llena de color la tradicional festividad de Día de Muertos, que son Mano de León, Nube y Cempasúchil, sumando más de 535 mil 169 manojos. Gracias a los y las productoras de Copándaro, Tarímbaro, Tuxpan, Jungapeo, Irimbo y Zitácuaro, se ha logrado posicionar a la entidad como el líder de producción nacional de Cempasúchil y Mano de León, con una producción anual de más de 243 mil 229 y 71 mil 190 manojos, respectivamente. En tanto que, a nivel nacional, los municipios arriba citados, colocan a Michoacán como el segundo productor de flor de Nube con 220 mil 350 manojos. Para compartir En 2003, la UNESCO declaró la Noche de Muertos como una Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, en ella se declara que es una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas del país.