El Universal/ La Voz de Michoacán Durante las celebraciones de Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre, la muerte no se detuvo: al menos 33 personas fueron asesinadas en diversos municipios de Guerrero y Guanajuato. En Guerrero, donde fueron ultimadas unas 21 personas, la violencia fue letal en Iguala: el jueves fueron asesinados tres jóvenes y el viernes, cuando cuatro familiares querían reclamar un cuerpo en el Servicio Médico Forense (Semefo), un grupo armado les quitó la vida. En Acapulco, durante las celebraciones del Día de Muertos fueron ultimadas seis personas, cuatro de ellas el jueves. En tanto, en la capital, Chilpancingo, el 2 de noviembre fue asesinado a tiros un chofer del transporte público, quien tenía menos de 25 años de edad y cuyo cuerpo quedó en el interior de su vehículo de trabajo. Por la mañana del mismo día, en el poblado de El Ocotito, en Chilpancingo, fueron hallados los cuerpos de un hombre y una mujer. Ambos estaban cubiertos con bolsas negras de plástico. En Coyuca de Catalán fue encontrado el cuerpo de un hombre. La víctima llevaba varios días y su cadáver estaba en estado de descomposición. En el municipio de Eduardo Neri, en la región Centro, la noche del jueves desconocidos dejaron restos de dos cuerpos humanos envueltos en dos bolsas de plástico. También hubo homicidios en Teloloapan, en la región norte. Un empleado de la empresa Barcel fue asesinado la tarde del viernes en un camino rural que conduce a la comunidad Laguna Seca. En Copanatoyac, un taxista fue encontrado muerto el día 2. Viernes negro. El Día de los Fieles Difuntos, 13 personas fueron ultimadas en Guanajuato, cuatro de ellas calcinadas dentro de una camioneta de doble cabina en la comunidad Pinícuaro y otra más en un negocio, en el municipio de Moroleón. En la zona cerril de Abasolo encontraron sin vida a tres hombres maniatados, en Apaseo el Alto acribillaron a un hombre cuando descendía de un Mustang deportivo y en Pénjamo, a un motociclista. En tanto, en Yuriria, Acámbaro y San José Iturbide ocurrieron otros homicidios dolosos. La madrugada del viernes el incendio de una camioneta Ram en el acceso principal a Piñícuaro alertó a los pobladores, quienes salieron de sus casas para apagar el fuego y avisaron del siniestro a las autoridades. Una vez que combatieron la conflagración observaron los cuerpos calcinados de cuatro personas. Elementos de Seguridad reportaron el hecho al Ministerio Público, que más tarde se presentó con una célula de investigadores, peritos criminalistas y personal del Servicio Médico Forense, para el levantamiento de los cuerpos y recolección de indicios.