Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Los gabinetes del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) cerrarán el año con “Ros. Viñetas 2015-2018” y “Centro Espacial Satelital de Colombia”, dos nuevas muestras que ya están abiertas al público. Las exposiciones estarán disponibles en el recinto museístico hasta el 27 de enero de 2019, de acuerdo a u comunicado. Ros. Viñetas 2015-2016” es una colección de 48 cartones y 30 libretas que sugieren un destino cómico sobre el rol del hombre desde su condición de género en diversos contextos sociales de la actualidad. Esta crítica se pone de manifiesto a través de cavernícolas confundidos o desde diálogos entre una pareja en su convivencia rutinaria. Otra faceta del trabajo de Ros tiene que ver con el pensamiento introspectivo de personajes que lo mismo contemplan el firmamento como visitan al psicoanalista”, comentó Anel Jiménez, curadora del MACG. La muestra de Ros también hace referencia al mercado del arte, escenarios reconocibles como una isla desierta o grandes ventanales que nos ubican en la megalópolis y se contraponen a la reducción del individuo y de vez en cuando rompe la “cuarta pared”. Estas obras son resoluciones inteligentes desde el humor, en ese espacio a la vez ancho y reducido pero inmediato, como es la viñeta gráfica”, agregó Jiménez. Por otra parte, “Centro Espacial Satelital de Colombia” es una instalación audiovisual realizada por el colectivo La Decantura, la cual hace un homenaje al Centro de Comunicaciones Espaciales de Colombia que fue inaugurado el 25 de marzo de 1970 en Chocontá. Ese lugar es el hogar de una imponente antena satelital que fue construida y ubicada en medio del paisaje de esa región, este artefacto sería el encargado de transmitir vía microondas de telefonía y radio. En 1981 se coloca la segunda antena que complementaria el conjunto. Chocontá empezó a ser reconocida desde entonces como la “Ciudad satélite” de Colombia. Los paseos para visitar y conocer las antenas fueron habituales por más de dos décadas, sin embargo, 45 años después, han sido olvidadas y el paisaje parece haberlas absorbido o mimetizado poco a poco.
La Voz de Michoacán
