Redacción/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Los continuadores de la legendaria banda de rock mexicana Santa Sabina, ahora conformados como Los Sabinos, hicieron para el público reunido en la plaza Melchor Ocampo una musicalización de Nosferatu (1922), cinta icónica del cine expresionista alemán cuya proyección constituyó un interesante atractivo del Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez (FMM). La proyección fue la noche de este domingo en la Plaza Melchor Ocampo, en pleno Centro Histórico de Morelia, un espacio que fue transformado en sala de cine al aire libre para el disfrute de una de las películas silentes más famosas de la historia, presentada en su versión restaurada en formato digital con la música de Alejandro Otaola y Pablo Valero en la guitarra; Alfonso Figueroa, en el bajo; Pablo Iglesias, en la batería; Juan Sebastián Lach y Jacobo Lieberman en el teclado; Leonel Pérez, quien interpretó el violonchelo; así como Aldo Max, hombre que tocó el saxofón. Esta fue una de las actividades imperdibles del 30 FMM, pues mostró para el público local la primera película relacionada con la historia original de Bram Stoker, Drácula. De hecho, de acuerdo a lo expresado en su momento por Alfonso Figuera, esta película “tiene en sí misma una historia de recomposición, porque al sufrir la guerra fue partida y su música se perdió, luego reencontraron pedazos de la película, las volvieron a insertar y ahora presentamos una composición más acabada y cercana a su origen; entonces, es importante ver la película en sí misma y tenemos el orgullo de venir a musicalizarla en el marco de un festival tan importante en México”. Respecto a la construcción del programa musical presentado, Juan Sebastian Lach describió en la instrumentación hubo guitarristas, violonchelo, bajo, clarinete, batería, saxofón y teclado, “la película nos permite tocar canciones de Santa Sabina en versión instrumental y conjuntar muchas de las cosas que hemos hecho como músicos, pues todos seguimos activos, entonces conjuntamos todas las fuerzas y energías sabinescas, que además le vienen como anillo al dedo a Nosferatu”.
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