Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Las características de la población mexicana y francesa permiten estimar que para el año 2030 habrá una gran cantidad de personas mayores de 60 años en estas dos naciones. El Instituto Nacional de Geriatría (INGER) estima que tan sólo en México habrá 20 millones de personas mayores de edad para este año. El envejecimiento de la población lleva a México y a Francia a prever las atenciones para las personas mayores, por lo que se analiza el uso de la tecnología. En ese marco se llevó a cabo el taller binacional "Inteligencia Artificial: Aplicaciones e Investigación en Fragilidad y Demencias". En entrevista con Notimex, el director general del INGER, Luis Miguel Gutiérrez Robledo, señaló que el taller es resultado de una colaboración de casi 20 años entre la Universidad de Burdeos e instituciones de Salud mexicanas. Consideró que la Inteligencia Artificial (IA) es un tema que se aborda en esta ocasión debido a sus aplicaciones y al plazo en el que pueden implementarse. “La IA brinda excelentes oportunidades de aplicaciones que además por el carácter exponencial que tiene el desarrollo de conocimiento en este ámbito da la posibilidad de en un lapso de tiempo relativamente corto comenzar a aplicar en la práctica los desarrollos que puedan llevarse a cabo”, comentó. El taller se enfoca en el examen sobre la aplicación de las nuevas tecnologías para el apoyo de personas mayores, buscando el desarrollo de conocimiento sobre los padecimientos propios de la vejez y la manera de atenderlos con esas herramientas contenidas en asistentes virtuales u otras aplicaciones, señaló Gutiérrez. Dijo que han centrado las aplicaciones en temas particularmente importantes como son la demencia, la enfermedad de Alzheimer, o la condición de fragilidad y sarcopenia, muy prevalentes entre las personas mayores y que han sido relativamente descuidadas en términos de generación de conocimiento. Si bien el uso de tecnologías puede hacer que no se usen las capacidades propias, el uso de estas herramientas puede ayudar a las personas ampliar sus horizontes, especialmente si se padece alguna demencia como el Alzheimer, ya que la interacción con la IA puede ser benéfica. “Puede ser un gran aliado también, hay quienes consideran que las tecnologías son nocivas porque dejamos de lado el uso de las propias capacidades, pero también podemos darles un uso útil a estos dispositivos para modificar nuestros alcances y amplificar nuestro desempeño”, afirmó el funcionario. El examen sobre las aplicaciones de nuevas tecnologías a favor de las personas mayores se hace de una manera lineal entre los distintos colaboradores que acudieron al taller. Entre ellos destacan la directora de Investigación del INGER, Carmen García Peña, así como la doctora Helene Amieva, de la Universidad de Burdeos, y los doctores del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mireya García y Alejandro Ramírez.